Onceava parte "Promesa..."

10.7K 1.1K 223
                                    

Tae había dejado de llorar, se dio cuenta que comportarse como un omega débil y miedoso no serviría de nada. Su corazón dolía y no dejaba de temblar. ¿Por qué alguien que parecía tan amable quería obligar a estarlo con él? Jimin le había parecido tan amable que odiaba pensar que fuera como Josh. De nuevo, confiar en las personas era lo peor que podía hacer.

El omega estaba hecho un ovillo en la esquina de la habitación, ni siquiera el olor del pachulí lograba tranquilizarlo.

-Madre te ha enviado esto

Tae alzó la cabeza y miro a Jin. Lucía tan diferente, en las pocas horas que llevaba de conocerlo le había parecido un alfa tan fuera de lugar, era ruidoso, demasiado amistoso y un poco infantil, pero ahora parecía un alfa como cualquier otro. Tenía un semblante serio y Tae estaba seguro que estando enfadado podía llegar a ser aterrador. No quería descubrirlo, pero fue testigo de lo que era capaz. Cuando quiso correr hacía Jungkook, el alfa lo atrapó primero y no lo dejó escapar.

El omega ni siquiera respondió y solo desvió la mirada.

-Tienes que comer, aquí hace más frío que la ciudad y... lo necesitas, yo siempre tengo hambre, ¿tú no?.-Y ahí estaba de nuevo ese lado infantil del chico, pero ni siquiera lo hizo sonreír

El lobo dejó de insistir y dejó un plato lleno de panecillos en un mueble al lado del nido, giró sobre sus pies, pero antes de cruzar la puerta habló de nuevo

-Lo siento, m-madre me regañó por asustarte. Jimin no es malo, ¿ok? Solo... son reglas de la manada.-Dijo dándole una sonrisa triste, pero Tae ni siquiera le hizo caso.

Cuando escuchó que la puerta se cerró, Tae se levantó y corrió hacia la entrada, era inútil, la puerta estaba trabada y su habitación no tenía entradas. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y decidió refugiarse en el nido, era el único sitio en aquella cabaña donde se sentía a salvo, empuñó su playera en una de sus manos y susurró el nombre de Jungkook. Pero sabía que aunque él quisiera, no podría ir por él... porque esos lobos también lo habían arrastrado lejos, solo esperaba que estuviera bien.

**

Jungkook golpeó una y otra vez los barrotes que funcionaban como ventanas. Sus manos dolían y tenía los nudillos destrozados. El frío se colaba por su cuerpo, pero ni siquiera intentó entrar en calor. Estaba asustado, pero su alfa se estaba volviendo loco, había visto a Tae pero ni siquiera logró asegurarse que estuviera bien.

-J...-Suspiró Yoongi desde la esquina.-¿Puedes parar?
-¿Jaulas?.-Preguntó sin mirarlo.-Tu maldito padre está loco
-Jungkook, en serio debes parar

Su mejor amigo lo miro furioso y se acercó hasta empujarlo contra la dura pared de piedra. Los habían arrastrado a una especia de habitación que se encontraba bajo el suelo, no podían escapar, a menos que rompieran los grandes barrotes de hierro que los rodeaban.

-¿Parar? Mi omega está con ese alfa, me retaron a muerte y ¿tú me pides parar?.-Dijo tomándolo de su abrigo. Lo que menos necesitaban eran discutir entre ellos, pero la rabia del alfa lo estaba cegando

Yoongi rodó los ojos y se deshizo de su agarre

-Sí, tienes que parar o de otro modo no podrás siquiera defenderte el día de mañana. Te lo advertí, J. Te dije que pasaría si ellos encontraban a Tae primero

-Mi omega no es un maldito trofeo, Yoongi. ¿Cómo pueden vivir así? Dices que tu padre odia a los lobos normales, pero ustedes se matan entre sí para cortejar a un omega y reclamarlo

Yoongi hizo una mueca

-Así se crece en este lugar, J. Mi padre tiene... costumbres muy salvajes, no fue por eso que me fui, sin embargo, pero tampoco justifico sus métodos

-¿Los... maltratan? A los omegas....-Preguntó, sus manos comenzaron a temblar, no supo si del frío o del dolor

-No, no los obligan a nada que ellos no quieran.-Jungkook lo miro casi burlándose.-Además de quedarse con ellos y enlazarse, no los obligan a más, al principio es difícil, pero terminan adaptándose. Mi padre tiene la idea de mantener a la manada unida por varias generaciones, esa es la idea de tener una pareja.

Jungkook asintió. Miró la sangre seca sobre sus manos y negó varias veces con la cabeza

-¿Ese tipo, es fuerte?

Yoongi dudó por unos segundos

-Jimin es... alguien muy peculiar.-Dijo sonriendo de lado.- Su familia tiene gran influencia en la manada por formar parte del consejo. Crecimos juntos...

-No te pedí la historia de tu infancia, Yoongi. Quiero saber si tengo una maldita posibilidad.

-No lo sé, J. Lo conocí hace bastante tiempo y en ese entonces no sabía si quiera que sería alfa, lo supe hasta hace un rato. Cuando era niño era... delicado y amable, pensamos que sería omega, pero si es parte del consejo, aunque cuando su madre es la líder, es porque debe ser bastante fuerte, tiene alfas a su mando

-¿Un pequeño príncipe entonces?

-No, significa poder y es prueba de que es lo bastante fuerte para doblegar a otros de su especie

El alfa tragó la saliva. Ninguno de los dijo nada. Jungkook no podía perder, aunque terminará perdiendo la vida, quería jurarle a Tae que volvería a casa y no tendría que ser prisionero de un alfa al que no conocía.

-J....-Dijo Yoongi después de un rato. El alfa lo miró y por primera vez se mostró asustado, su mejor amigo suspiró y sonrió. -Jimin es fuerte y temo por ti, pero hay algo que te hará ganar. Él solo va por un duelo para ganar a su omega, tú pelearás por salvar al omega que amas

Y Jungkook le creyó, porque haría todo por mantenerlo a salvo.

**

Tae abrió los ojos y los apretó con fuerza. La cabeza le dolía y le ardían los ojos. Tuvo bastantes pesadillas durante la noche, ninguna era agradable. Se removió sobre las mantas del nido y se puso de pie al mismo tiempo que Jimin cruzaba la puerta de la habitación.

-¿Cómo estás?.-Dijo sonriéndole

Pero Tae lo miro con rabia y miedo mezclándose en su mirada. El alfa pareció notarlo, porque borró su sonrisa de inmediato

-Tae

El omega retrocedió algunos pasos, el lobo suspiró y comenzó a pasearse por la habitación con las manos cruzadas tras su espalda

-Cuando mi hermano y yo te encontramos en la nieve, lo hicimos porque estabas en peligro. Si pasabas más tiempo ahí afuera, estarías muerto.-Dijo mirándolo directamente a los ojos.-No nos gusta tener a extraños vagando por nuestro territorio, pero nunca imagine que el pequeño omega allá afuera serías tú, la persona que quiero como mi pareja

Tae tenía ganas de vomitar. ¿Pareja? Ni siquiera se conocían. Con Jungkook... era ligeramente diferente. Ambos eran compañeros de la misma escuela, lo había visto un par de veces en los pasillos, en clases y miro algunos partidos cuando Hobi era demasiado insistente.

-Y-yo, estaba llamando a mi alfa

-Me dijiste que no tienes alfa, Tae.-Respondió el lobo deteniendo sus movimientos

-No estamos emparejados, p-pero...

-Eso basta para mi.-Y la sonrisa volvió a su rostro y decidió acercarse al omega.-No soy malo, Tae. Simplemente, sigo las costumbres de mi manada y quiero defender lo que quiero.-Dijo acariciando la mejilla del pequeño

Tae ni siquiera se movió, no por miedo, pero la actitud de Jimin lo descolocaba por completo. Si quisiera hacerle daño ya lo hubiera hecho, en cambio, el alfa se plantaba frente a él y para decirle directamente sus intenciones. Sus mejillas se sonrojaron de la vergüenza, pero no confiaba en él, porque aunque no lo lastimara, Jimin estaba dispuesto a matar a Jungkook con tal de estar a su lado.

El omega reaccionó y se alejó de su toque.

-Jin te traerá el desayuno en un rato, sigue molesto consigo mismo y hará lo que sea para que lo perdones. No somos malos, Tae

El omega lo ignoró, pero estaba decidido a arriesgarse con él, necesitaba hacerlo y conseguir lo que quería.


-Quiero verlo.-susurró

Jimin lo miró sobre su hombro y espero a que continuara

-N-necesito verlo, por favor. Pruébame que no eres malo y déjame verlo.-Suplicó

**

Jungkook mantenía sus manos envuelvas en unas vendas. Al parecer, alguien se había apiadado de ellos y mandaron a un par de omegas con comida, un par de pieles y un botiquín de primeros auxilios. El alfa casi se cree la farsa, los servicios eran simplemente por mantener las cosas justas, no podían enfrentar a un alfa lastimado, hambriento y con hipotermia. Códigos de lobos, le había dicho Yoongi. Casi no había dormido, paso varias horas escuchando a su mejor amigo, quien trató de darle todos los consejos posibles y enseñarle algunos movimientos que Jimin podría usar en él.

Su condición física podía ayudar, pero no iba a durar tanto. El deporte había hecho maravillas con su físico, tenía buena condición y resistencia, podía correr varios kilómetros sin cansarse y aguantar los golpes de sus oponentes, pero no era nada comparado con los golpes de un alfa.

Ambos se giraron en cuanto escucharon la puerta, el alfa estuvo a punto de soltar algunas maldiciones en cuanto vio a Jin, pero la pequeña figura que apareció detrás del enorme lobo lo hizo sonreír por primera vez.

-Tae

El omega no puedo evitar llorar y echó a correr por las escaleras, casi tropezando en el camino, pero una vez que estuvo entre los brazos de su alfa, comenzó a llorar.

-¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?.-Dijo con urgencia, pero Tae solo se aferró más a su cuerpo y sollozó

-A-alfa

-Hey, todo está bien. Estoy bien, ¿lo ves? Yoongi ha estado conmigo todo el tiempo

-Tú viniste, viniste por mí

-Oh por supuesto que lo hice, te dije que era tu alfa Tae

-Yo te llame, pero no pude llegar, no podía... Josh

Jungkook apretó los dientes ante la mención del causante de todo, pero era más importante tranquilizar al omega que tenía colgando como un koala

-No hablemos de Josh, ¿de acuerdo? Todo estará bien.-Dijo arrullándolo en sus brazos.

Una vez que Tae logró tranquilizarse, las mismas omegas de anoche les llevaron algunos platos con sopa caliente, más mantas y ropa limpia para Tae y Jungkook. El omega comió, solo porque no quería preocupar más al alfa.

-¿Tu madre lo sabe?.-Preguntó arreglando las vendas que cubrían sus nudillos

-Sí, bueno... cree que estoy con algunos amigos y eso
-Bien.-Dijo simplemente. Yoongi le explicó que aunque Tae se quedara con Jimin, él podría seguir viendo a su madre, incluso podría seguir haciendo su vida normal, pero tendría que estar listo en cualquier momento para irse con él e integrarse a la manada. Por supuesto, él iba a impedir que su destino fuera ese.

Su tiempo de paz se vio interrumpido cuando un beta con aspecto militar apareció por la puerta.

-Señor Min.-Dijo mirando directamente a Yoongi.-Su padre sabe que está aquí y se me ha pedido escoltarlo hasta su casa. Quiere verlo

El alfa sonrió

-Muéstrame el camino.-Dijo caminando hacia la salida y dándole a Jungkook una mirada tranquilizadora.-Y deja de llamarse señor, no soy parte de tu familia, Nam.

Y una vez que Tae se quedó a solas con el alfa, se rompió una vez más. Se sentía egoísta, no era él quien se enfrentaría a un duelo dentro de unas horas, él no era a quien tenían que salvar, Jungkook era el que estaba en peligro y él estaba siendo un omega miedoso.

-Hey, ¿qué está mal?

-Tengo miedo

-Oh, eso me recuerdo a algo.-dijo abrazándolo y Tae sonrió en medio del llanto, porque solo ese alfa tonto era capaz de coquetearle en un momento así y recordarle cómo fue que se conocieron.

-Jungkook.-susurró y se alejó de su abrazo.-Prométeme que no vas a perder, no quiero volver a casa solo

Y el omega acunó su rostro y lo besó.....

Noche de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora