-¡Jimin!
-¡Jimin, regresa ya!
-¡Jimin, ven ahora mismo!
Jimin tenía frío, mucho frío. El viento helado hacia que le ardieran los ojos, no sabía si temblaba de frío o de miedo. Trató de esconderse detrás de un árbol, sus piernas estaban entumecidas, pero sabía que, si se movía, cualquier mínimo ruido de sus pies sobre la tierra llamaría la atención de aquel chico que estaba cubierto de sangre y con los ojos rojos.
Quería correr lejos de ahí, no quería que aquel lobo lo viera, no quería terminar como el otro chico que estaba tirado y parecía haber perdido uno de sus ojos. Esperaba que los lobos de la manada hubieran escuchado el alboroto. Su corazón latía rápido, temía que el alfa salvaje fuera capaz de escuchar sus latidos y lo encontrara.
Trató de detenerlo, trató de alejar al chico de su lado y evitar la tragedia, pero apenas eran unos niños, aún no era tan fuerte. Jimin rogaba que los mayores llegaran pronto, tenía ganas de llorar.
De pronto, sintió un escalofrío recorrer su espalda, los vellos de sus brazos se erizaron y supo de inmediato que lo habían encontrado. Jimin gritó asustado cuando lo jalaron del brazo. Por primera vez, su lobo interno lo hizo sentir como una presa a punto de ser devorada-¡Yoongi!-Jimin gritó antes de que todo se volviera negro
**Tae se despertó agitado, su frente bañada en sudor. Se llevó una mano al pecho para calmar su corazón, había tenido una pesadilla bastante desagradable. Tomó su celular y miró la hora, apenas era la 1 de la mañana, pero sabía que volvería a tardar en dormirse.
Luego de levantarse de la cama, bajó a la cocina para tomar un poco de agua, todo estaba en silencio, su madre dormía y recuerda haberse quedado dormido tras leer un mensaje de Jungkook.
Habían pasado dos semanas desde que Jungkook había estado con él todo el tiempo, incluso parecía que las cosas habían regresado a la normalidad, como si el accidente que tuvieron en el bosque nunca hubiera pasado. Ni siquiera había visto a Yoongi.
Seung no intentó hablarle nuevamente, incluso había faltado varios días a la escuela. Aunque todo parecía normal y tranquilo, Tae estaba inquieto. Decidió volver a su habitación, pero se sentía levemente nervioso, quiso pensar que su pesadilla era la causante, pero sabía que algo pasaba. Jungkook se mostraba tenso algunas veces, pero cada que le preguntaba le aseguraba que todo estaba bien.
Cuando intentó preguntar por Yoongi, su novio respondió con un simple "está bien, él es así", incluso si preguntó por los otros lobos que había visto y por Jimin, no quería dejar de verlos, aunque no se conocían por completo, quería tratarlos con más frecuencia.
Tae se subió a la cama para volver a dormir, sin importar los problemas del mundo, aún tenía que levantarse temprano para ir a clases. Miró por la ventana y se dio cuenta de que afuera estaba lloviendo, sin querer sonrío tras recordar la primera vez que estuvo tan cerca de Jungkook y con ese pensamiento se quedó dormido.
**
-Estas eran las últimas señor.-Informó el beta frente al líder de la manada mientras arrojaba el costal lleno de aves muertas en una hoguera. El lobo mayor solo asintió mientras ordenaba a sus hombres que volvieran a sus posiciones-Señor.-interrumpió uno de sus lobos guardianes.-¿Esto no nos dejará incomunicados con otras manadas o a nosotros mismos?.-Preguntó un alfa, pese a su género, era bastante cuidadoso en su tono
-Tenemos algunas aves en cautiverio si surge algún imprevisto, la mayoría de esos animales eran del bosque, no quiero que ni un solo mensaje salga de mi manada o de este bosque, mi hijo pudo haber renunciado, pero se crío y creció en estas tierras, no lo subestimen
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Noche de Tormenta
WerewolfTae encontró a su alfa de la manera menos esperada. Jungkook solo quería protegerlo de todo y hacerlo confiar en su amor