Capítulo 25 "Revelaciones"

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Jin permaneció al fondo del pasillo mientras cubría sus orejas con las palmas de sus manos intentando amortiguar los gritos que sonaban en la habitación al otro extremo. La puerta estaba cerrada desde hacía varias horas, 2 guardias permanecían a los lados, no estaba seguro si para impedir que alguien entrará o para contener que alguien saliera de ahí. Tenía miedo, ni siquiera impidió simular el aroma que desprendía su cuerpo que se sacudía en temblores.

Sus mejillas estaban manchadas de lágrimas secas, se sentía inútil, a pesar de que pronto comenzaría a suplantar a su madre, de haber terminado el entrenamiento a pesar de las burlas, pero la frustración estaba haciendo añicos su corazón por no poder ayudar... por no poder calmar lo que sea que le pasaba a su hermano menor.

Solía levantarse tarde, aquella mañana lo hizo, fue un regalo de su madre después de todo, hoy era su día especial, pero cuando espero encontrar algo delicioso en la cocina, se encontró con un comedor vació y las caras serias y pensativas de algunas de las omegas que trabajan para ellos.

No comió, aunque hubiese querido supo que algo andaba mal, llámenlo intuición de hermanos o lo que sea, por lo que decidió esperar en casa. Un par de horas después su madre apareció, tenía los ojos rojos y venía acompañada de 2 alfas que cargaban a Jimin. Estaba inconsciente.

-Jimin.-Gritó y trató de acercarse, pero su madre lo jaló del brazo y lo alejó bruscamente

-No lo toques.-Dijo seria, sin gritarle, pero le tono que uso le causó más miedo que si le hubiese gritado

-Ma-madre, pero... ¿Jimin-Los labios le temblaron y trató de ver el cuerpo de su hermano, buscando alguna herida, pero el corpulento cuerpo de los alfas se lo impidió conforme desaparecían en el pasillo rumbo a su habitación

-Tu hermano está....-La mujer se labio los labios y pasó un fino pañuelo por su frente, Jin no se percató que sus manos temblaban y su ceño se arrugó antes de responderle.-Tu hermano se ha presentado

El alfa abrió los ojos enormemente, la preocupación desapareciendo de su cuerpo y una pequeña sonrisa apareció, estaba emocionado

-Tuvo una especie de shock, sabes que cuando un lobo se presenta se adapta poco a poco a los cambios

-¿Está asustado?-Preguntó curioso

-No, pero lo tomó un poco desprevenido, eso es todo. Culpa de las hormonase, instinto, lo lleve con la vieja anciana. Necesita dormir antes de la fiesta de esta noche

-Oh.-Fue todo lo que dijo Jin

-Jin...-La señora suspiro, estaba de espaldas, tenía la intención de ir tras su hijo menor

-¿Madre?

-Tu hermano tomará mi lugar

Fue todo lo que dijo, sin explicaciones, nada. Ni siquiera parecía lamentar su decisión y Jin sería un mentiroso si dijera que aquello no le dolió. La omega lo dejó parado al pie de la puerta, alejándose cada vez más, hasta desaparecer por la puerta.

No fue hasta cerca de medio día que los gritos comenzaron, al ser un alfa, sus instintos cobraron vida, pero no pudo averiguar que pasaba, solo su madre y una omega habían ingresado a la habitación. Siempre fue curioso por naturaleza, todo l que leía en los libros que le enseñaban le resultaba fascinante, no las partes de los sacrificios para la luna en eras remotas, ni tampoco la descripción para desollar un conejo u oso para hacerse con su piel y usarla de abrigo, peor las leyendas, las ceremonias que los lobos realizan le resultaban hermosas. Incluso intentó escribirle un poema a la luna, aquella que se consideraba la madre de su especie. Lucía tan bonita todas las noches, incluso su habitación estaba despojada de cortinas para que su luz se colara por las noches. Había leído sobre un montón de estrellas y constelaciones, pero ninguna le parecía tan hipnotizante como la luna.

Noche de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora