Yoongi estaba retrasado, calculaba que debería haber llegado a su destino en menos de una hora, pero Namjoon tenía razón, no sería fácil volver a internarse en el bosque de la manada. El alfa se mantuvo en su forma de lobo mientras se refugiaba entre la sombra de los árboles, vigilando al grupo de criaturas que había olido a unos metros. Si volvía a transformarse no tendría ventaja en absoluto, además su pelaje lo mantenía protegido del frío del lugar, desventajas de acostumbrarse a vivir fuera de lo salvaje.
Sus orejas se pusieron en punta cuando escucho pisadas a lo lejos, algunos aullidos y luego silencio, entrecerró sus ojos de animal, tratando de darle forma a la penumbra del bosque, agradecía tener sentidos superdotados. Cuando creyó que nadie se acercaba, se movió en sus cuatro patas para continuar su camino, no antes de que un fuerte rugido sonará a sus espaldas y luego solo sintió una dolorosa quemadura sobre la parte superior de sus patas que lo hizo aullar de dolor. El lobo rápidamente salió huyendo de ahí, sin querer ver atrás, no podía permitirse caer herido y que lo atraparán, tendría que soportar el dolor que lo hacía jadear y aullar de vez en cuando.
Cuando estuvo lo suficientemente lejos, se detuvo a la entrada de una cueva y se dejó caer al suelo transformándose en el proceso, en su forma humana la curación sería mucho más rápida. Tuvo que morderse el labio hasta casi sangrar para retener el grito que quería desgarrar su garganta, sabía que no lo habían seguido, lo que podía significar que eran órdenes de su padre, el bastardo no iba a dejar que se saliera con la suya sin sufrir en el proceso.
Yoongi giró su cuello y vio la mancha de sangre brotando de su hombro, no tocaron ningún órgano vital, pero le dolía como el inaerno. Con su mano sana descolgó el bolso que colgaba de su cuello y sacó ropa nueva, solo pudo ponerse los pantalones de chándal y unos zapatillas deportivas. Rasgó la playera que llevaba consigo y trató de vendar su brazo, colocándolo en una posición que no lo lastimará más.
-Malditamente perfecto.-Ironizó mientras su pecho subía y bajaba por el esfuerzo. Tenía que darse prisa, pero con todos esos tipos allá afuera y con un solo brazo para defenderse sería un poco complicado. Solo esperaba poder encontrar la forma de deshacer la maldición de Tae, porque ese solo era la primera parte del problema, la segunda era Jungkook... si algo le pasaba a su omega, sucederían muchos problemas.
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Jungkook miró una vez más a Jimin, quien no parecía perturbado a pesar de que lo había golpeado. El omega se pasó el dorso de la mano y se limpió la sangre que le escurrió de su labio roto.
-Bueno, debo decir que al menos esta vez lo hiciste mejor que nuestro último encuentro.-Se burló
-No juegues conmigo, omega.- Escupió con enojo
-No lo hago, hablo muy enserio, salgamos y entonces podrás enloquecer todo lo que quieras
-C-Creo que esto no es buena idea.- Susurró Jin, quien se mantenía a un lado de Hobi y mirando a los mirones que se encontraban en el lugar, incluido el dueño del restaurante
-Tú cállate, que todo esto es tu culpa.-Señaló el alfa
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Noche de Tormenta
WerewolfTae encontró a su alfa de la manera menos esperada. Jungkook solo quería protegerlo de todo y hacerlo confiar en su amor