Capítulo 15 "Lecciones de un corazón roto"

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Tae trataba de ahogar los sollozos que querían escapar de su boca, pero la imagen que tenía frente a él no ayudaba. Habían caminado varios metros dentro del bosque, hasta llegar a una cabaña desgastada rodeada de varios árboles. Una anciana fue quien los recibió cuando llegaron, parecía alguien muy mayor para poder mantenerse de pie aún, sin decirles nada, les hizo señas a los hombres que cargaban a Jungkook y lo colocaron sobre una cama, que era más un par de mantas apiladas en el suelo.

Jin corrió a los hombres una vez que él y el omega estuvieron adentro. Tae se lo agradeció en silencio, se sentía más tranquilo al no estar rodeado de dos alfas gigantes.

-¿Qué tan mal está?.-Preguntó Jin mirando las heridas en su cuello

-Mal.-Respondió la anciana sin explicar a qué se refería. La mujer revolvió un par de cosas en un estante, sacando unos frascos y unos trapos de color blanco

-¿Tardarás mucho?

-Tardaré lo que él tenga que tardar.-Respondió sin mirarlo, se puso de rodillas junto al cuerpo de Jungkook y abrió uno de los frasquillos, tenía un líquido amarillo, con el que mojó uno de los paños.-Tu hermano tiene que venir a verme

-Él no está herido

-El heredero lo dañará de formas que tú no puedes ver.-La anciana comenzó a limpiar la sangre en el cuello de Jungkook, aunque la herida permanecía abierta, la hemorragia se había detenido

Tae permanecía en una esquina ajeno a todo, trataba de no mirar, pero estaba preocupado y asustado. Sus manos estaban congeladas, pero su cuerpo poco a poco comenzaba a entrar en calor, la cabaña se mantenía caliente gracias a la gran chimenea que había al otro lado de la habitación.

La anciana continuó curando las heridas del alfa, abrió otro par de frascos, uno con una especie de ungüento de color café, otra con un aceite que hizo a Tae arrugar la nariz.

El omega alzó la mirada cuando la figura de Jin apareció frente a él


-¿Estás bien?.-Preguntó, Tae seguía un poco confuso con este lado de Jin, estaba acostumbrándose a sus escándalos, pero la situación parecía ser muy seria para que incluso alguien como él dejará de sonreír

Tae asintió

-Todo estará bien

Pero Tae no le creyó, era imposible hacerlo, con Jungkook inconsciente y el deseo de Jimin por reclamarlo, el pobre omega no podía albergar alguna esperanza, no hasta que supiera qué pasaría con ellos

La anciana colocó una venda alrededor del cuello de Jungkook, la prenda estaba impregnada con un aceite apestoso, pero que ayudaría a cicatrizar las heridas, si Jimin hubiera ejercido mucha más fuerza, las lesiones hubieran sido tan graves que ni ella misma hubiera podido ayudar.

Se puso de pie y arrojó los trapos manchados en una cesta, colocó los frascos vacíos sobre una mesa de madera y se giró para mirar por primera vez a Tae. Jin se colocó a su lado de forma protectora

-Haz causado mucho alboroto por aquí, niño. Nunca serías bueno para el consejo

¿Debería sentirse ofendido? Al parecer sí, pensó cuando vio a Jin apretar la mandíbula y empuñar una de sus manos


-Madre dice que es una ofensa juzgar a los lobos

-Tu madre se ha equivocado mucho con ustedes dos, Jimin es un ejemplo de eso, pero no lo estaba juzgando, sino afirmando un hecho

El alfa rodó los ojos y Tae sintió por primera vez que el Jin de siempre estaba de vuelta

-Puede quedarse aquí, su alfa no despertará hasta mañana.-Dijo la anciana dándoles la espalda. La cabaña no era muy grande, solo tenía una habitación al fondo de esta y el cuarto donde estaban justo ahora, había una mesa, un par de muebles pegados a la pared, la chimenea y una estufa llena de hollín y con algunas ollas oxidadas en el suelo.

Noche de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora