'Así no es como se supone que debería ser'

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Tae mordía su labio inferior mientras escuchaba los quejidos del alfa. Tapó sus orejas con la intención de no querer escucharlo más, no lo culpen, su pequeño corazón dolía de solo imaginar que Jungkook estuviera herido de gravedad.

Se encogió sobre la camisa que llevaba puesta, el olor del alfa lo tranquilizaba, pero su corazón estaba acelerado y pequeñas lágrimas se asomaban en la esquina de sus ojos. Se negó a entrar a la enfermería, no quería que Jungkook confundiera las cosas, él solo lo ayudó y se preocupó como cualquier lo hubiera hecho, ¿cierto?

Tae suspiró y una pequeña lágrima se deslizó sobre su mejilla, la quitó enseguida, pues las puertas se abrieron y un chico del equipo ayudaba al lobo a caminar, vio que le murmuró algo al oído y salió corriendo de regreso al campo.

-Gracias por esperarme.-Quiso sonreír pero le salió una mueca
-¿E-estás bien?

-Perfectamente, omega. Me duele un poco mi costilla izquierda, pero los calmantes harán efecto en unos minutos, tengo que volver al campo
-¡Estás loco?!.-Tae gritó y se tapó con sus pequeñas manitos, se sonrojó y carrascapeó.-Lo siento, es... es una locura, tú no puedes volver, te van a lastimar.-Sus últimas palabras salieron entrecortadas

En ese momento odiaba ser omega, sus emociones estaban alteradas y por más que quisiera ocultar su miedo no podía, su voz lo delataba. Jungkook sonrió y camino hacia él, como si el dolor que hace un momento tenía jamás hubiera existido.

-Soy el capitán, ¿recuerdas? Es mi deber seguir al lado de mi equipo, además, haz venido a verme, tengo que darte todo el espectáculo completo y me tienes que ver ganar.-Dijo guiñándole un ojo

Tae frunció el ceño y se cruzó de brazos.

-Torpe, arrogante. No me importa tu ego apestoso de alfa y estrella de fútbol, no quiere que vuelvas ahí, ¿entiendes?-Dijo dando un pisotón en el suelo.

No, Tae no iba a permitir que el alfa jugara, ¿qué clase de omega sería? Para Jungkook, la imagen del pequeño omega era la más adorable que había visto, ceño fruncido, su nariz arrugada, brazos cruzados sobre su pecho, era tan pequeño y aun así trataba de hacerle frente.

-Dios, eres adorable. ¿Puedo besarte?


Tae abrió la boca, boqueó pero no podía decir nada, ¿por qué era tan atrevido?

-Trato de cuidar a mi alfa y tú solo piensas en besarme

Ni siquiera de dio cuenta de lo que había dicho hasta que vio al chico frente a él abrir los ojos y como sus labios se curvaron en una sonrisa arrogante.

-No, espera, es d-d-ecir.-Pero el lobo lo miraba divertido y abrió los brazos haciéndole una invitación silenciosa.-¡Jungkook, escúchame!.-Gritó y agitó las manos tratando de expresar lo frustrado que se sentía. El alfa solo rodó los ojos y se acercó más a él, Tae no tuvo otro remedio que refugiarse en sus brazos, no sin antes darle un pequeño golpe en su pecho. La risa de Jungkook hizo vibrar su pecho.

-No te soporto

-Pero soy tu alfa.-Replicó y comenzó a acariciar su espalda de arriba abajo

-¿Puedes controlarte? E-esto no está bien

-Está más que bien

-No

-Sí

-No

-Por supuesto y esto también. -pronunció antes de tomar las mejillas del omega y darle un par de pequeños besos sobre su frente, nariz y labios

Y Jungkook tuvo que salir corriendo antes de que un furioso omega lo lastimará más, pero había válido tanto la pena ver sus mejillas sonrojadas y su puchero cuando lo dejó en medio del pasillo.

**

Tae se mordió el labio, al final decidió sentarse de nuevo en las gradas con Hobi, quien no paraba de repetir: "hiciste un gran espectáculo. Todos hablaron de ello y ahora saben que tú y Jungkook están saliendo". Decidió ignorarlo, no necesitaba sentirse avergonzado, no ahora cuando faltaba el último cuarto del partido. El alfa parecía bastante sano, jugaba en buenas condiciones y es como si el incidente hubiera sido combustible para el equipo, pues tomaron la ventaja e iban ganando.

El omega estaba alerta, no quería que nada le pasará al alfa por su necedad de demostrarle algo. Ya se había colocado su playera, ¿Qué más quería? Sus oídos dolieron cuando todos los estudiantes gritaron a su alrededor, habían ganado y ni siquiera se dio cuenta de que estaba saltando abrazando a Hobi, estaba feliz. Nunca se había sentido tan bien en su vida.

Todos los jugadores hicieron un circulo y comenzaron a celebrar, pero Jungkook solo tenía un objetivo, correr en dirección a su omega. Saltó a las gradas y cuando lo tuvo frente a él, lo estrecho entre sus brazos y lo cargo. Tae se dejó llevar y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.

-¿Lo cumplí, cierto? Te dije que tenías que verme ganar

El omega lo abrazo más fuerte y ocultó su rostro sobre su hombro, ni siquiera le importaba que acabara de jugar. Se sentía en casa.

**

Te estaba a punto de quedarse sin mejor amigo si Hobi no decidía cerrar la boca. Su mejor amigo no paraba de darle miradas divertidas y repetirle una y otra vez el tiempo que permanecieron abrazados

Noche de TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora