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He estado pasando por algunas cosas. He estado luchando con mi yo interior. Me apresuro, haré lo que sea para tener este dinero.
Decir que había estado pocas veces cerca de la muerte era mentir, pero tal vez jamás había sentido tal placer que lo quemaba lentamente.
Años, si, eso fue lo que un muchacho de 22 años de edad llevaba trabajando en un bar de alto lujo. Tenía bastantes ocupaciones allí, tal vez lo veías limpiar mesas, servir tragos o ser un anfitrión; pero ninguna de esos trabajos se comparaba a su desempeño en el caño. El centro, el siempre fue el centro de atención allí, tal vez su cuerpo, su modestia o su tentar era lo que atraía a tantas personas hasta la punta de sus pies; pero sin dudar aquel chico era algo distinto en el pool dance. Eso tal vez era lo que le había traído tantos problemas, la envidia de algunas mujeres y hombres que eran capaces de matar a alguien para poder tener más acercamiento a el. Tobio lo sabía, pero aun así, dejaría que aquellos se mataran entre sí para conseguirlo, pues no estaba dispuesto a venderse ni mucho menos estar con alguien. Su sexualidad no era algo definido, tal vez lo representaban como pansexual, ya que el podía estar con todas las personas sin importar su género. Así que, tener más de 10 hombres atrás suyo no le molestaba tanto como parecía. Su mente solo se ocupaba en conseguir dinero, el era partidario de "la felicidad la compra el dinero", ¿Acaso un auto de primera calidad lo puedes tener con una familia o el amor? No ¿verdad?, entonces cierra la boca. Ser stripper y trabajar en un bar era difícil, pero siempre tenía su recompensa.
