✦TOBS カップル✦

✦KenKage✦

/Confianza/

No tenía sentido. Había ido a Tokyo por un tiempo, debido al equipo, y demás motivos. La lluvia parecía perforar cada parte de su cuerpo, como pequeñas balas invisibles. Un chico de cabellos oscuros, extendía su brazo al aire, para que la poca sangre que escurría de su ante brazo pudiera limpiarse. Tenía la mirada perdida, los ojos sin brillo, y sus prendas contenían rastros de suciedad. Aún no entendía aquello. Por qué aguantaba todo ese dolor por tanto tiempo? Que era lo que ganaba? Además de cortes, moretones y daño psicológico, claro. No tenía ni la menor idea. Si quisiera, podría abandonar su escuela, ir a otra donde hubiera un equipo de volley igual o mejor que ese. Sin embargo, que les diría a sus compañeros? Que le diría a su madre? A todos? Nadie le creería las razones.

"Hinata ha estado haciéndome la vida imposible desde hace ya medio año..."

Era más que obvió que nadie le creería. Aquel chico de cabello anaranjado, siempre le mostraba una sonrisa a los demás, siempre era amable, cortes, agradable con todos, hasta con su madre. El mundo los veía como simples amigos, sin saber lo que se escondía detrás de aquella sonrisa fingida del oji castaño.
El y su grupo simplemente le molestaban, golpeaban, humillaban, maltrataban entre otras cosas. Se había cansado.
Sus ojos se entre cerraron, y se dejo caer en medio de una pila de basura, mientras la lluvia seguía cayendo con más intensidad.

Los minutos pasaron, y al parecer sus superiores estaban preocupados, ya que no dejaban de llegarle mensajes de texto con las mismas preguntas.

"Hey Kageyama! Donde estas? La lluvia esta muy fuerte, llevaste una sombrilla?..."

"Kageyama?! Estas bien?!..."

"Kageyama, todos estamos preocupados por ti, llevas una hora fuera! Estas bien? Hinata no deja de preguntar por ti..."

Suspiro pesadamente, debía regresar al hotel, o de otra manera tendría que aguantar los regaños del capitán y Sugawara. Junto algo de fuerza, y se levanto de su lugar. Y antes de que pudiera irse, un fuerte estruendo le llamo la atención. Con cautela, se acerco al lugar de donde había provenido el sonido, encontrándose con otro chico, el cual reconoció al instante. Se trataba de aquel colocador prodigio de la preparatoria Nekoma. Se encontraba casi en sus mismas pintas, prendas desordenadas, cabello revuelto, pequeños moretones en el rostro, y algunas rayaduras hechas con marcadores.
Acaso estaba en su misma situación?

- Huh...Tu...

El muchacho se exaltó tan solo escuchar la voz del azabache, haciendo que girase su mirada rápidamente.

- Estas bien?...- Pregunto el de ojos azules, mirando directamente a los ojos del contrarío, quien parecía haberse dado cuenta de que el no intentaba nada en contra suya. El oji miel suspiró, y volvió a su posición de un principio.

- Que haces aquí? No deberías estar en tu hotel?...- Pregunto el más bajo, pareciendo ignorar totalmente el hecho de que el cuervo se encontraba en sus mismas condiciones.

- Podría preguntar lo mismo...

El azabache se dejo caer al lado del chico, haciendo que este obtuviera una mueca de sorpresa y extrañeza.

- Q-Que haces?...- Se atrevió a soltar el muchacho.

- Descanso un poco...

Ambos estaban en silencio, mientras el más alto sentía la mirada del contrarío puesta en el, como si estuviera analizándolo. Tal vez ya se había dado cuenta de como estaba. Paso un momento, y la mirada del chico pareció desaparecer de encima.