𖣘UshiKageTen𖣘

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/Desaparecer/

-Ya basta Tsukishima!...

-Callate, Hinata está a punto de llegar...

Se sentía apresado, y sin tener una salida. Los dedos fríos de aquel rubio de ojos dorados, se pasearon por uno de sus muslos, haciendo que un escalofrío recorriera toda su espina dorsal. La lengua del más alto hacia lo que quería con su boca, mordía sus labios y lamia la comisura de estos. Con una de sus piernas, presionaba fuertemente la parte baja del azabache, haciendo que su corazón se encontrase por estallar. No quería eso; ya estaba harto. Antes de que pudiera desmayarse debido a la presión, el de lentes le dejó caer, provocando un pequeño estruendo. Una satisfecha sonrisa se posó en los labios del más alto, quien comenzó a caminar, alejándose de la escena que el mismo había formado.

-Tsukishima! Donde estabas? Estuve buscándote durante media hora...

-Ah, lo siento, tenía unos asuntos que atender, pero creo que ya podemos irnos naranjita~...

Aquel muchacho de cabellos naranjos asintió con una sonrisa, tomando el brazo de su pareja y alejándose de lo que este había hecho. En la oscuridad de aquella bodega, yacía un muchacho de cabellos azabaches sentado en el suelo. Su labio inferior se encontraba levemente lastimado, y sus ojos azules no dejaban ver algún tipo de brillo. El sube y baja de su pecho era débil y lento. Hasta el mismo podía sorprenderse de la capacidad del rubio para poder hacerle sentir tanta presión hasta el punto de querer morir ahí mismo, y luego soltarle como si estuviera dejándole caer desde una gran altura. Si tan solo su amigo de cabellos naranjos se diera cuenta de que tenía por pareja a un psicópata, tal vez no sería tan indiferente a lo que el mismo estaba sufriendo. Sus parejas, Ushijima Wakatoshi y Satori Tendou, asistían a una academia en su misma prefectura, con la diferencia de que ellos se encontraban en Sendai, la capital de esta. Los extrañaba, realmente lo hacía, y sin embargo su rendimiento no fue lo suficientemente bueno para poder asistir a aquella academia. Los primeros días en los que se le dio aquella noticia, lloraba todas las noches debido a que no podía estar con las dos personas a quien más amaba. Y con ayuda de aquellas dos personas, logró superarlo, y convencerse a si mismo de que su estadía en la preparatoria Karasuno no sería tan mala.

Cuán equivocado estaba.

Después de conocer a todos allí, su ánimo subió, y a la misma vez cayó en picada. En ese momento dejó de recordar desde cuando habían comenzado aquellos abusos de parte del más alto. Lo único que podía agradecer aún, era que aquel chico de lentes no había llegado al extremo de cometer una violación como tal. Y eso de alguna manera le reconfortaba.
Aquel azabache juntó sus piernas, para poder abrazarlas mientras escondía su cabeza en estas. En sus orbes, comenzaron a formarse grandes lagrimas de dolor, que no tardaron en comenzar a descender por sus mejillas.
Se sentía atrapado, desesperado, con miles de palabras atascadas en su garganta. Su mente era un lío, donde el no tenía control de absolutamente nada. Pronto se cumpliría un año desde que había entrado a Karasuno. Un año en donde tuvo que soportar ese tipo de tratos de un alto chico de ojos dorados. Lo sabía, podía pedir ayuda cuando quisiera, y aún así no todo sería tan fácil. Que les diría a todos? Que un estudiante de primer año de preparatoria le acosaba de una manera sexual? Que uno de los mejores estudiantes hacia lo que quisiera con el? No podía hacerlo. Nadie le creería ni una sola palabra. Y aunque hubiera una mínima posibilidad de que pudiera ser así, el era alguien de un muy bajo perfil, lo veían como alguien que estaba molesto con la vida, que tenía problemas que ni el mismo podía resolver. Si alguien así llegara con el cuento de que el mejor estudiante de la preparatoria le acosaba de tal manera. Seria una total locura, no importa por dónde se le mire.

✦TOBS カップル✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora