✦TOBS カップル✦

✦SakuKage✦

/Eres tu/

Había algo extraño entre aquellos chicos del campamento. O más bien, alguien extraño.
Ya todos sabían sobre la afición de Sakusa Kiyoomi a la limpieza, y el hecho de que odiara el contacto con las personas. Sin embargo, todo había cambiado aquella tarde, donde aquel azabache no se había negado, ni quejado a tocar la mano del setter estrella del Karasuno. No fue un roce, fue un estrechado de manos, lo cual lo hacia más extraño aún.

- Sakusa!~...- Gritaba un rubio, corriendo con los brazos abiertos hacia el chico que traía su mascarilla ya conocida por todos. Sin embargo, antes de que pudiera concretar su propósito, un abrazo, el azabache lo esquivo en los últimos segundos, evitando todo contacto. El chico de ojos miel bufo en el suelo.- Esto no es justo Sakusa, al único que te permites tocar es a Tobio-kun! Todos necesitamos amor sabes?...

- Ya lo he dicho miles de veces, Tobio es diferente a ti...

Los presentes, que observaban la escena, formaron una mueca de confusión en sus rostros.

- Diferente? En que es diferente?...- Pregunto el rubio, que ya había abandonado el suelo.

- El no esta sucio como tu, y como los demás...

- Eh?! Acabas de llamarme indirectamente sucio?!...- Grito el chico, que asemejaba una pose de mujer indignada.

- Si quieres te lo puedo decir directamente...

- Ahora veras, maldito obsesionado con la limpieza de mier-...- Antes de que el chico lograra colocarse en posición de pelea, otro chico de su misma apariencia y cabello grisáceo, lo jalo de la camisa.

- Lo siento Sakusa-san, mi hermano esta causando problemas...

- No hay problema, aunque estaba más preocupado porque me tocara que por el golpe...

- Lo siento de vuelta...- El muchacho hizo una reverencia, obligando a su hermano a hacer lo mismo.
El azabache asintió, y comenzó a caminar hacia la cancha de practicas, donde sabia que estaría aquel chico de ojos azules. Al llegar al lugar, lo observo claramente, estaba practicando pases junto a aquella gaviota. Con su mirada neutra de siempre, se acercó al chico, tomándolo por la cintura y escondiendo el rostro en su cuello. Fue allí cuando todos los presentes quedaron perplejos, hasta el mismo oji azul, que había dejado caer el balón que traía en sus manos.

- S-Sakusa-san?!...- El chico no respondió, de hecho, ni siquiera se inmutó, simplemente estaba allí, como si se hubiera dormido. Era la segunda vez que había hecho algo como eso, claro que la primera sorprendió más, ya que fue absolutamente de la nada, y había enrollado su brazo por la cintura de este, casi sosteniendo su muslo derecho.

- Hey! Sakusa! Deja a Tobio-san en paz! Estoy practicando mis remates con el!...- Le grito un albino, intentando tomar el brazo del setter, quien aún estaba inmóvil. Pero, antes de que pudiera forcejear, el azabache le fulminó con la mirada, como si estuviera intentando que se fuera de inmediato. Sakusa en ciertas ocasiones daba miedo, más cuando involucraba al chico de ojos azules.

- Sakusa-san, le vuelvo a pedir amablemente que deje de hacer esas cosas en medio de mi práctica! De hecho, en medio de mi vida general...- Hablo el colocador de Karasuno, una vez se hubiera liberado del chico, quien le miraba totalmente adormilado.