✦TOBS カップル✦

𖣘HinaKageKen𖣘

/Arándanos/

Los gatos no saben amar. No importa cuanto lo intenten, o cuanto se esfuercen por abrir sus corazones, no saben como es amar.
Quieren, intentan, y en la más mínima muestra de afecto, el amor que podría haber surgido, se desvanece sin dejar nada detrás. Dicen que cuando escuchas a un gato maullar en la madrugada, son sus llantos, causados por un amorío roto, u otro corazón destrozado.
Los gatos saltan de altas alturas, intentando causar su propia muerte, al no poder lograr que el amor renazca. El amor, es algo que un gato jamás podrá sentir ni experimentar.

Kozume Kenma lo sabia mejor que nadie.

𖣘

El cielo era gris, como si el sol hubiera sido una ilusión todo ese tiempo. Dos personas se encontraban sentadas, una al lado de la otra, y aunque el viento les revolviera el cabello no podían irse. Una de las dos personas, era una muchacha de largos cabellos anaranjados, quien portaba una bufanda azulada. Las mejillas de la chica ocupaban un pequeño sonrojo, tal vez causa del frío. Con algo de lentitud, se acerco lo suficiente como para tomar la mano de su acompañante, que de inmediato se sobresaltó de sobre manera.

- Que te ocurre?!...- Grito el chico, alejando su mano de la contraria, quien soltó un suspiro cansado y fruncio el ceño.

- Es la quinta vez en la semana Kenma! He intentado besarte, abrazarte y en todas las veces te alejas! Que ocurre contigo?! Si solo vas a intentar ignorarme, terminemos!...- Respondió aquella peli naranja, de la misma forma en que el contrario había gritado.

La muchacha tomó su bolso, y rápidamente se alejo de aquel lugar, mientras dejaba que aquel gato sintiera una punzada en su pecho.

Lo había hecho de vuelta...

El teñido pateó el suelo, mientras mordía sus labios y apretaba fuertemente sus puños. Ya no quería que eso ocurriera, lo había intentado de todas las maneras posibles, y aún así no podía lograr enamorarse. Todas las personas a quien decidía amar, se alejaban de él. No lo entendía. Que tenía que hacer? Por qué nadie le amaba?
Comenzó a caminar, mientras sentía el frío impactar en su rostro, y pequeñas lagrimas que intentaba reprimir comenzaban a asomarse por sus orbes. Todos sus amoríos, sus posibles parejas, todas esas personas no le amaban y se alejaban de él. Estaba cansado, ya no quería intentar amar a alguien.

Aceleraba el paso, casi corriendo, quería llegar a su hogar lo más rápido que pudiera, para que las personas no le vieran llorar. Sin embargo, freno en seco, mientras sus ojos se abrían como platos, dejando que las lagrimas que retenía se deslizaran por sus mejillas. Frente a él, un muchacho regaba plantas, con una tranquilidad agradable. Los separaban solo unos cuantos metros, y eso hizo que aquel chico elevara la mirada, para observar con detenimiento a la persona que yacía delante de él. Sus ojos eran tan azules como los arándanos que regaba, y su piel pálida, con pequeños toques rojizos en sus mejillas y nariz.

- Ah, necesitas algo?...- Preguntó aquel azabache, robándole las palabras al gato, quien no despegaba su mirada del contrarío.

- Yo...

Estaba congelado, frente a aquel muchacho que comenzó a acercarse, haciendo notar la diferencia de altura que los separaba.

- Buscas a mi madre? Si es así ella salió, puedo dejarle un mensaje tuyo si quieres...

- Oh, yo no venía para eso...

- Entonces?...

- Solo...pasaba...