¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En Pausa

Capítulo 16

Detective Hayden Cox.

—Cuatro niñas más desaparecidas en menos de dos semana— me informó mi compañero de trabajo Adam, dando un golpe al escritorio.— que mierda estamos esperando para atrapar a ese maldito enfermo. Todas las víctimas tienes similitudes. Cabello negro, tez blanca y ojos azules, negros o cafés.

—Y lo peor siempre quiere jugar con nosotros. Ha matado a más de 24 chicas y sus muertes son exactamente iguales. Y no solamente hablamos de un enfermo si no de alguien que también maneja droga.— hablé con pesadez.

—Tenemos que hacer algo de inmediato, quiero todas las patrullas y hombres disponibles custodiando y vigilando cada rincón de esta ciudad, que no se quede ni un solo callejón sin revisar.— ordené.

Tenemos que parar con esto, el solo hecho de imaginar a ese hijo de puta gozando cada golpe acertado, me enferma.

—Podríamos hacer guarda nocturna hoy mismo, señor— opinó Adam.

—Excelente idea Adam, hoy saldremos a partir de las 10pm a dar una vuelta en la cuidad, no dejaremos ni un solo lugar sin revisar, encárgate de dar la información a los demás.— le dije.

Yo seguía reuniendo y comprobando información dada por algunos testigos que valientemente había decidido decir lo que habían visto y oído sobre todo este tema y los sucesos acontecidos.

Tenía alguna que otra foto de casas y lugares públicos muy transitados, los lugares de desaparición de chicas.

Cada pista me lleva al mismo punto, el hijo de puta que está causando este caos, sabía cómo y cuándo dar cada golpe, como si alguien le informara cuando y donde tenía camino libre para ejecutar cada golpe con eficacia.

En mis tiempos libres transcurría bares y lugares nocturnos, en busca de información y un poco de evidencia, algunas que otra personas daban pistas pero no lo suficientemente eficaces acerca del sujeto, como más o menos su edad, apariencia y estatura.

Ninguna era lo suficiente clara como para soltar algunos papeles a las agencias más cercanas que pudieran ayudar con este caso que poco a poco iba acabando con la ilusión de una ciudad mejor.

Algunas personas dicen que el sujeto aparentemente se viste de negro, con lentes oscuros y lo más posible cubierto, pero algo en lo cual no podía poner todo mi tiempo, necesitaba más que palabras e iba hacer todo lo posible para obtener la información que necesito para ir un paso delante de aquel hijo de puta que está volviendo de la cuidad un lugar de caos y tormento para todas aquellas chicas inocentes.

La cuidad está plagada de expendedores de drogas, conozco a uno que otro dealer que a pasado por mis manos en base a sus delitos, creo que alguno de ellos podría darme la información que necesito.

Me dirijo rápidamente al lugar donde sé que puedo encontrarlo.

Veo a Fred sentando en una esquina y me acerco rápidamente antes que me vea y salga huyendo del lugar, mi sola presencia los hacia huir y estando con el uniforme de trabajo mucho más.

—¿Qué más Fred?— pregunté, el hombre frente a mí palidece.

—Ho... hola, detective Cox, ¿qué tal... todo?, ¿en qué puedo ayudarle?— respondió rápidamente y su nerviosismo salió a flote.

—Tranquilo hoy no vengo por ti. Necesito que des información a cerca de las chicas que han estado desapareciendo últimamente en la cuidad, ¿sabes algo?— pregunté clavando mi mirada en él.

En sus ojos pude ver un poco de temor, era evidente yo había hecho que pasara los peores 10 años de su vida en una cárcel.

—La verdad apenas me entero de tal suceso, que mal por aquellas chicas.— me dijo un poco dudoso.