¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En Pausa

Capitulo 9

†Feliz cumpleaños, ángel.†

Alessa.

Hoy ha sido un día muy agotador, levantarme gracias a las pesadillas se ha vuelto costumbre.

La rutina de todos los días, es algo realmente cansado.

Levantarme temprano, ir a la escuela, llegar a casa, dormir, levantarme temprano, ir a la escuela y así, sucesivamente.

Aunque debo admitir que todo el tiempo estoy con un libro en la mano o con mi móvil leyendo.

Hace ya un año conocí una aplicación para leer gratis, que desde entonces se ha vuelto mi lugar favorito.

»Wattpad«.

Una aplicación naranja, bien perrona.

La lectura es un escape hacia el paraíso,  es realmente inefable.

Los libros románticos, la literatura, la ficción, la fantasía, todos esos géneros me hacen salir de la realidad en que vivo.

Muchos me catalogan como una chica aburrida y sin clase por el simple hecho de tener todo el tiempo mi cabeza enterrada en un libro.

Todos nos aferramos a algo o alguien, y yo me aferro a los libros porque son parte esencial en mi vida.

Y como es de costumbre salgo del salón de clases con mi nuevo libro, “A través de mi ventana”.

Éste libro fue mi primer mejor regalo de la historia, me lo regaló mi novio el día de mi cumpleaños número 16.
Y puedo decir que jamás me voy a aburrir de leerlo.

Ya era hora del descanso y todos los estudiantes corrían hacia cafetería para comer.

Antes de alejarme de todo el mundo una voz me llamó:
—Amor— lo vi acercarse a mí y mi boca se abrió dando una sonrisa sin pensarlo.

—Antes de enterrar tú cabeza ahí— dijo señalando mi libro— deberías comer esto que te traje, es más te propongo que me cuentes por qué capitulo vas— eso era lo que más amaba de él, siempre me apoyaba cuando de libros se trataba.

El trato era que le contara mis libros mientras le sobaba la cabeza.

Él es lo único bueno que me pasó en todo el año, ha sido mi mejor regalo.

Siempre se esforzaba por hacerme reír, me dedicaba todo el tiempo, me da toda la atención que necesito y demuestra su amor hacia mí.

—Opino que deberías ir a jugar— le propongo.

Me toma de la mano, me jala y estampa sus labios contra los míos, causando un beso lleno de pasión y ternura.

—Sabes que prefiero mil veces quedarme escuchándote hablar de tus libro— dijo y rápidamente deja un último suave beso en mis labios.

—Vamos sé que te mueres por leer— él supo conocerme a pesar de yo no mostrarme cómo de verdad soy.

Tenerlo en mi vida es sin duda el mejor de los regalos.

Nos sentamos y lo miré mientras comía lo que me trajo. Él estaba viendo el libro con curiosidad.

—Espero que hoy no tengas nada que hacer, te robaré— me hizo saber sin mirarme.

—¿Ah sí?, y a donde se supone que me llevará este “secuestrador de primera”—hice comillas en la última frase sonriendo.

—Te voy a secuestrar, y se supone que el que secuestra, no le hace saber el destino a su víctima— sonríe pícaro y me guiña un ojo— así que, de cuatro en adelante es toda mía, señorita Alessa.