¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En Pausa

Capítulo 33

Matthew.

Tenia miedo de no volver a verla. En momentos difíciles como estos me pregunto donde está Dios, el que to lo puede.

—Ten misericordia, ella solo es una niña— clamaba, no se si Dios me oía pero pedía por ella, ella es lo que importa.

Una risa gruesa sonó a mis espaldas. El hombre daba pasos lentos, hasta colocarse frente a mí. Entonces vi cuan molido lo dejé.

Lleno de moretones, su pierna vendada, sus ojos morados, me dio satisfacción verlo así.

Sentí satisfacción al verlo.

Eleve la comisura de los labios.

—¿Satisfecho?— inquirió.

—No tienes idea de lo bien que me pone verte así—,respondí.
Sonrío abiertamente.

—No te pareces en nada tu papá— me sorprendió su comentario—, eres menos débil y yo nunca pierdo solo te hice creer que sí; eres un niñito muy inocente, créeme.

—No sabes una mierda— bufé.

—Sé mucho más de lo que imaginas.

—Quiero ver Alessa—, dije rápidamente para evitar que mi papá sea mi tema de conversación con este sujeto.

—podría ser— hace una pausa—, es hora.

Golpeó, golpeó hasta que se cansó, no protesté, no solté alguna palabra insultante simplemente lo dejé, no quise resistirme solo dejé que mis recuerdo con Alessa interrumpieran mi mente, mientras trataba de ignorar el dolor.

Él se detuvo.

—Te traje algo— limpié sus manos, dándome la espalda, sin fuerzas alcé mi cabeza—, son una fotografía de alguien mucho más importante que Alessa—soltó.

Uno, dos, tres, cuatro fotos caen al piso y mi mundo se detuvo en ese momento.

Mi mamá…

—No tienes idea del odio que le tengo a esa vieja—, escupió.
—Te atreves hacerle algo y te haré pedazos—, amenacé.

—Yuli Mendoza, 41 años amante del narcotraficante esquizofrénico más buscado, Teodoro Reyes— hace una pausa—,toda una zorra.

Mi cuerpo ardía llamas, tengo la necesidad de arrancarle cada parte de su cuerpo como si fuera un juguete desarmable.
—Te arrepentirás—, demandé.

—¿Saliste igual a la zorra de tu mamá o al esquizofrénico de tu papá—se ríe—.

Sus palabras duelen, por el simple hecho de que mi papá si es esquizofrénico pero eso me tiene sin cuidado, lo que duele es que hable así de mi mamá siendo ella toda una guerrera, quién pudo separarse del amor de su vida porque le hacía daño, y eso es de admirar.

—Suéltame y lo verás con tus propios ojos—.

—No eres nadie, tu papá ni siquiera te quiso pero sus otros hijos les dio todo.

—¿Qué quieres?, ¿qué llore?, él nunca me hizo falta, nunca lo necesité.

—Tus ojos dicen lo contrario, mocoso.

—¿Qué es lo que quieres?, no haces todo esto porque si, ¿qué es lo que realmente te llevo Alessa, a mi mamá y a mí— sonrío—, espera, se me olvidaba que tú solo tienes huevos para violar una niña.

Su rostro queda completamente sin expresión.

—Todo a su tiempo— habló lentamente—, eres igual de manipulador que tu mamá pero a diferencia de mí yo soy más astuto como nuestro papá.