¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En Pausa

Capitulo 29

Nuestra hermosa apoteósica Alessa Leest. ⬆️⬆️

Ahora sí a leer.

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Alessa.

Sé que tarde o temprano Matthew se enterará de todo, pero la idea de saber que él sabe la verdad me revuelca la sangre. Miedo quizás, me da miedo su reacción y sí, no estoy lista para afrontarlo, no ahora mismo.

Mi boca se abre para decir algo pero la cierro de golpe cuando no encuentro absolutamente nada que decir.

Las palpitaciones de mi pulso retumban, mis manos tiemblan y mi garganta se siente seca.

—Y-yo…— balbuceo en voz baja. La mirada directa de Matthew me hace sentir mucha presión.

—Hola, florecita…— dice dulcemente Mons nuevamente a través del aparato— ¿Porqué no respondes, flor?. Está bien, no necesito que lo hagas— espera con dureza. El tono de su voz se eleva un poco con cada palabra— ¿quedándome mal, querida?, ya van por ti y por tu bien no te opongas o te arrepentirás de por vida—. Me cuelga de inmediato dejándome totalmente confundida.

—¿Pasó algo malo, verdad?— la voz de Matthew me regresa y mis ojos se cristalizan.

Debo irme, debo estar lejos de él.

Meneo mi cabeza y se me difícil hablar pero con mucho esfuerzo logro decir algo.

—Tengo que hacer algo, adiós.

Camino rápido hasta la puerta pero el carro negro y los hombres de negro invaden mi camino.

—Q-que p-pasa…— balbuceo sin creerlo.

—Espera, no te vayas así, ¿quién rayos te llamó?— escucho hablar muy lejos a Matthew y cuando está frente a ellos se queda en shock— pero… ¿Qué significa esto?.

Logro reaccionar y cierro la puerta de golpe.

—Ve al cuarto y no salgas, Matt.

Él arquea una ceja.

—No lo haré— escupe.

—Matthew, por favor— suplico casi.

—¿Quién son ellos?, son ellos los que me has estado ocultado todo este tiempo, no es así—, dice de forma brusca.

Y ahí detrás de una puerta debía elegir entre ellos o él.

Si abro la puerta y voy con ellos Matthew me odiará para siempre, por mentirle y demás. Y si voy con Matthew, Mons y su gente podrían hacer…

—Sabia que me mentias, quiero la verdad. ¿Quiénes son ellos?— interrumpe Matthew enojado.

—Ya no más, no tengo tiempo para explicarte todo ahora. Debo hacer irme…

—Iré contigo.

—Ni mierda, solo soy yo.

La puerta tiembla de el fuerte golpe que dieron del otro lado y sé que debo salir o ellos van a entrar.

—¿Entramos o qué?—. Grita alguien del otro lado.

Matthew me aparta sin aviso y abre la puerta.

Su expresión es de confusión y… ¿curiosidad?.

Mis manos se cierran en puños y tengo que reprimirme las ganas de echarme a llorar. La parte racional de mi subconsciente aparece, así que sin pensarlo me precipito justo al lado de Matthew.