Capitulo 27. Parte I

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Alessa.

No quiero dejar de besarlo. En lo más profundo de mi, él es lo que necesito, extrañaba sentir su aroma y todo su cuerpo. No puedo parar de entregarle todo eso que exige con cada caricia.

No sé en qué  momento llegamos al suelo, pero estoy a horcajadas sobre sus piernas. Sus manos están aferradas a mi cintura, mientras que mis manos están atadas a su cuello.

A pesar de mi posición dominante, él es quien tiene el control de todo. Mi corazón no ha dejado de latir, a pesar de todo en sus brazos me siento segura.
La sensación de tranquilidad que me transmite es acogedora.

El beso se rompe, pero aún así no abro mis ojos. Nuestras frentes están unidas y nuestras respiraciones agitadas chocan entre sí.

—No sería capaz de vivir si algo malo te ocurre, Aless—, su voz suena ronca.

Me obliga a mirarlo y me encuentro con su rostro lleno de preocupación y angustia. Peino sus cejas con mis dedos.

Presiono mis labios contra los suyos, en un suave y dulce beso. Él parece relajarse un poco y me devuelve el cálido beso. Toma mi cara entre sus manos mientras observa cada detalle de mi rostro.

No hablamos, solo nos miramos el uno al otro. Mi mente está completamente en blanco. Necesito olvidarme de todo por un momento o me volveré loca.

Cuando lo miro a los ojos una vez más, no puedo evitar pensar en toda la luz que irradia, es irónico, ahora soy totalmente oscuridad y él, Matthew es mi luz, es mi pequeño rayo de luz.

En estos momentos de mi vida no que siento por él, no sé cómo me siento respecto a mi nuevo presente. Mucho menos si estoy lista para averiguar qué ocurriría con él, si llego a meterlo en todo mi rollo. Lo único que sé en estos momentos, es que no puedo alejarme, no deseo en lo absoluto alejarme de él…

Su labios se acercan a mi rostro, y se presionan en la comisura de mi boca. Automáticamente mi ojos se cierran.

—Eres tan… perfecta—, murmura, se aparta para mirarme a los ojos y susurra:— No sé qué carajos me hiciste, pero estoy desquiciadamente enamorado de ti.
El silencio se apodera de nosotros.

—¿Me amas?—, digo, al cabo de un rato.

Una pequeña risa brota de su garganta y sus ojos posan en los míos.

—¿De verdad lo preguntas?— dice, sin dejar de sonreír.

Mojo mis labios con mi lengua y sus ojos oscurece cuando lo hago.

—Me gustaría tenerlo claro—, admito.

—Estoy desquiciadamente enamorado de ti, obviamente que te amo—, dice con seriedad y determinación—. Amo todo de ti, te amo a ti completamente, Aless.

Siento mi corazón latir con fuerza.

—Bien.— respondo y le regalo una sonrisa tímida.

Él parece dudar un poco, de pronto, luce asustado.

—¿Tú?... ¿me amas?—, su pregunta me toma por sorpresa.

—Te amo, Matt—, admito— amo cada parte de ti, amo lo que me haces sentir, muchas veces actúas como tonto, pero imposible no amar a un ser tan maravilloso como tú. Imposible no amarte.

Una sonrisa ronca escapa de su garganta. No sé me escapa el brillo que brotan sus ojos con ternura y diversión.

Y nuevamente el silencio nos invadió.

—No te convengo, Matt..

La expresión en su rostro poco a poco se transforma en una muñeca torturada y dolida. Todo su cuerpo se tensa y su mandíbula se aprieta con intensidad.

¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora