Capítulo 45^

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Pitt

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Pitt

—Aquí tienes los documentos firmados.

—Te tardaste más de lo acordado—los acepto, le invito a tomar asiento y empiezo a ojearlos—Pero ya no importa, creí que habías dicho que hubo algunos problemas.

—Solo pequeñas discrepancias. Tambien existe una pregunta que me gustaría hacer antes de que llamaras a tus abogados.

—La escucharé luego, ahora no tengo mucho tiempo que digamos.

—Estamos solos y será rápido.

Respiro aceptando.

—¿Qué hacia Dahiana contigo?

Evito morderme la lengua, supongo que aun no le ha contado nada y por eso está tan calmada, de todos modos eso no tiene que ver conmigo, cumplo mi parte y si ella no encuentra manera de hacer la suya eso no me afecta.

—Creí que habíamos quedado en algo.

Me pellizco la punta de nariz.

—Bueno, supongo que a pinocho y a ti no son los únicos que les crece.

—Pitt.

—Por cierto, me enteré que estuviste en casa de Vanessa, ¿qué se te perdió por ahí?

—Solo estuve saludando, su amigo es una persona agradable.

—No quiero que vuelvas hacer eso, mantente en tu puesto y no hagas estupideces que me hagan irme contra ti más de lo que ya quiero.

—Tú no puedes...

—Buenos días—se presenta Felipe, odio su presencia en este lugar tanto como esa agua de pozo que Diana ama llevar encima llamando perfume.

—Seguiremos con esta conversación luego—dice ella y me fijo en quien también viene entrando, no recuerdo haber solicitado ningún tipo de reunion, últimamente tampoco he visto a Matilde además de haber estado muy complaciente, casi no se da a notar y Felipe no deja de aparecer frente a mi como un maldito espejo que deseo romper.

—Veo que nuestras reuniones últimamente se dan sin aviso previo.

—Yo solo venía a ponerte al tanto de las próximas pruebas con los ingenieros.

—No sabía que ahora hacías el trabajo de secretaria, Lisa.—empieza Felipe.

Ella vira los ojos y lo ignora, había olvidado totalmente ese encuentro incluso cuando Vanessa se encarga de recordármelo cada vez que pueda, la falta de sueño y descanso empieza a pasármela.

—Eso no es asunto público.—se defiende ella—Hago con mi vida y tiempo lo que desee.

—De ser así también deberías hacer algo más productivo con el.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora