Capítulo 4

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Pitt

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Pitt

Hace tiempo que la observo distraída, su cara de sorpresa es algo interesante luego de escuchar sobre el parentesco que guardo con Lisa, el ambiente laboral no es lo que busco para el día de hoy, así que hago todo lo posible de salir del compromiso lo antes posible.

—¿No tienes hambre? —investiga Lisa observando a la morena a su costado.

—No, comeré algo más tarde. —revela con cara de no haber comido nada.

—No todos los días se puede comer en uno de los restaurantes más lujosos de todo Puerto Rico aun cuando comparte mesa con los dueños. —espeta el prospecto a nuevo socio que todavía no me convence.

—Tomaré eso como un cumplido. —contesto tomando el vaso de agua  que dejan frente a mi.

—¿El restaurante es suyo? —inquiere Vanessa.

—Todo el edificio, y los del frente también.

—Los Lennox son dueños de casi toda esta zona, solo les faltan algunos edificios por adquirir. —habla un poco mas logrando que alguna manera mi ego se sienta golpeado.

—Bueno —me pongo de pies acomodándome el saco— Creo que ya con esto ha sido suficiente, gracias por venir, cualquier cosa los abogados de la empresa se comunicarán contigo —me deshago de él— ¿Y creo que me habías dicho que tienes clases de pilates hoy? —pregunto a la rubia de ojos azules enfocada en mi.

—Así es.

—Le pediré a Brad que te lleve.

—Gracias —se pone de pies cuando el caballero de antes se despide— Fue un placer Vanessa te veré luego en la empresa, y ya sabes lo que te dije, no dejes que mi hermano te vuelva loca.

—Lo tomaré en cuenta —responde antes de quedarse viendo como ambos parten.

—¿Qué tomarás en cuenta?

—Tengo hambre —ignora mi pregunta.— ¿Qué tienes de bueno para comer aquí? —deja sus manos sobre la mesa.

—Puedes pedir lo que sea, el chef lo preparará para ti.

—De acuerdo, la verdad es que tengo mucha hambre y empezaba a creer que ese sujeto nunca se iría.

—¿Te daba vergüenza comer junto a él?

Tomo asiento nuevamente.

—Es un nuevo socio, no podría sentirme cómoda con que me viera comer como si fuéramos amigos de toda una vida.

—¿Pero no tienes ningún problema con que yo lo haga? —mis ojos se enfocan en ella.

—Tú ya me has visto y la verdad no es como que me importe mucho.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora