Capítuto 16^

7.6K 575 57
                                    

Pitt

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pitt

Me alisto para la cena, todos están a la espera de la gran reunión familiar. Parecen estar disfrutando de lo que se convertirá en mi calvario, la unión de los Morfis y los Lennox creará un gran puente que fue roto hace tiempo, mis padres ni pensaban en hacerme cuando ocurrió, ahora sobre mi espalda está el peso de esa antigua bolsa y estoy encargado de arrastrarla por el resto de mi vida.

—Bienvenido Pitt, te esperábamos—anuncia Federico sentado en la mesa justo en medio de Lisa y Diana.

—Lamento la espera—tomo asiento y le doy una mirada a Lisa quien luce hermosa con su vestido blanco, es obvio que es mi hermana.

—Ya podemos pedir—espeta Diana emocionada—Ya por quién esperábamos llegó—me da una mirada—y la espera ha valido la pena.

Le doy una sonrisa con la boca cerrada.

—Tu padre se comunicó conmigo esta mañana Diana, me informó que todo ya está listo y pasado mañana el avión llegará por nosotros, mi querido sobrino también está listo y a la espera por el gran día—me da un vistazo como si esperará que dijese algo—no es así Pitt?

—Claro, todo lo que sale de la boca del tío Federico es cierto, nunca tengas duda de ello.—levanto un arreglo que hay medio de la mesa.

—Pitt —Lisa llama mi atención.

—¿Qué sucede? —ladeo la cabeza para verla mejor.

—Ya habíamos hablado de esto.

—Si lo hicimos —veo a Diana estar apenada— ¿No dirás que me tienes vergüenza? después de todo esto inicio por tu culpa.

—No es como lo recuerdo. —contesta la chica colocando sus manos sobre la mesa.

—Curioso que todos los mentirosos mientan igual. —le doy una sonrisa de lado.

Hace tres años, fui invitado a una fiesta de yate, pero para mi mala suerte Diana estaba allí, ya sabía que sentía algo por mi por los comentarios de los conocidos, esa noche me pasé de tragos y terminé haciendo algo estúpido, esa fue la abertura del candado que intentan cerrar sobre mi cuello, el señor Morfis se enteró de lo que ocurrió esa noche por boca de su hija y corrió hacía donde mi familia, quienes gustosos aceptaron todas sus condiciones a cambio de una unión entre las dos supuestamente más poderosas familias de Islandia.

—Oh, casi olvido decírtelo Federico, tú serás mi padrino, ya sabes, para que quede en familia—le sonrío irónicamente al que se hace pasar por la cabeza de los Lennox.

—De acuerdo —me da una sonrisa y me corta los ojos— Será un placer ser tu padrino de bodas, Diana.

Toda la cena mantengo la mirada puesta en mi copa de vino tinto, deseo perderme de la aburrida conversación que está ocurriendo a mi alrededor, todos están siendo muy cordiales, <<demasiado para gusto>> mientras yo no puedo dejar de pensar en salir de aquí.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora