Vanessa
Llego a la oficina luego de que casi salgo volando por las puertas del ascensor, me tomo un respiro acercándome a mi escritorio mientras enciendo el computador. No es que me preocupe por mi jefe ya que no solo a él debo dar respuestas si no también a recursos humanos quienes me dejaron bien claro que nunca podía faltar sin un pre-aviso de tres días y menos puedo llegar tarde incluso si ese día Pitt no viene a la empresa, siempre pero siempre debo estar en mi escritorio por si alguna emergencia surge.
Aunque claro, algunas de ellas no estaban incluidas en mi contrato.
Las horas pasan rápido cuando evito pensar en la situación de esta mañana, veo las agujas del reloj las cuales marcan las tres y veinte dos de la tarde cuando escucho las puertas del ascensor abrirse dándole entrada a la persona que no esperaba ver por aquí.
—Creí que habías dicho que necesitabas descansar.
—Sígueme —indica con el rostro aún inflamado pero su manera de caminar no es como si hubiese tenido alguna pelea.
—Si —contesto caminando tras él.
—¿Ya terminaste de leer el archivo? —pregunta encendiendo su MacBook sin levantar la mirada.
—Solo he podido darle una chequeada, es demasiada información y no he tenido mucho tiempo.
—¿A caso hoy pasaste el día durmiendo? Te di tiempo suficiente para hacerlo, necesito la información del contrato que hicimos con los italianos en el dos mil quince, ya casi finaliza y no me interesa renovar, debo informales antes de la fecha para evitarme estancamientos que tampoco deseo.
—¿Dos mil quince?
—Eso dije, ve y hazlo.
Exige ignorándome como si nada hubiera pasado en las últimas veinte cuatro horas y no hago más nada que girarme y hacer mi trabajo el cual me esfuerzo en llevar acabo a pesar de no entender del todo los archivos a los que he tenido acceso.
—Ya te enviado el documento a tu correo —informo viéndolo sentado frente al computador el cual cierra despacio.
—Lo revisaré luego —se pone de pies sin tardar en salir por la puerta junto a mi sin ni siquiera verme a los ojos.
—Primero me dice que busque el documento y ahora que lo revisará luego cuando al menos pudo darme las gracias por cuidar de él y dejarlo dormir en mi cama.
—Gracias por cuidar de mi señorita Dolan.
Escucho que comentan detrás de mi llevándome a girar y querer morderme la lengua.
—De nada. Aún me debes las horas extras.
—Lo de esta mañana me da mucha curiosidad —empieza a aproximarse cuando pellizca la punta de su nariz— ¿A caso estuviste teniendo algún tipo de sueño húmedo con tu jefe del cual no me he enterado? —se acerca más colocando mi cabello detrás de mi oreja. —¿La curiosidad te ganó?
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Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)
RomanceTRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I) Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes de su madre descubriendo así las tentaciones y emociones de la libertad. Pitt un joven empresario conocido por su arrogancia y mal temperamen...