Vanessa
—Buenos días—la encuentro en la entrada del edificio vestida con pantalón fino negro, zapatillas altas y una camisa verde que deja ver un poco de sus pequeños senos.
—Buenos días—le doy una sonrisa a la rubia con la gran sortija en su mano.
—¿Noche pesada?—investiga cuando entramos al ascensor.
—Para nada—intento hablar lo menos posible.
—¿Ah si?
Asiento viéndola por el espejo frente a nosotras que nos brinda este espacio.
—¿Acaso fue con Bean? no es que intente meterme en lo que no me incumbe, es solo que anoche lo vi llegar casi de madrugada y como sé no conoce muchas personas aquí supuse que había cenado contigo.
Observo el número en el marcador y cuantos pisos faltan para que lleguemos a su piso, a no ser que quiera seguir conmigo hasta el más alto.
—Estuvo en mi apartamento.
—Pitt y yo nos encontrábamos juntos cuando llegó con una enorme sonrisa en su rostro.
El escuchar que mencione los dos nombre en una sola oración me molesta.
Por fin llegamos a su piso y el ascensor se detiene abriendo la puerta.
—Me alegra por ti y Bean, deberíamos tener una cena compartida, ¿Qué te parece esta noche?
¿Qué?
—Muchas gracias, pero ya tengo planes...
—Deja eso y acepta, la pasaremos bien, además trabajas mucho y estará bien que descanses un poco.
—Insisto, quizás otro día.
Diana se rinde y por fin sale del lugar dejándome a solas, ¿una cena doble? era lo que me faltaba además de que me haya emparejado con Bean.
Camino hacia mi escritorio viendo un sobre al lado del computador, no sé si Pitt ha llegado pero últimamente lo ha estado haciendo antes que yo, tomo asiento y destapo el paquete gris con dibujos de flores y tres pequeñitas cartas pegadas una debajo de otra fuera de el, sin destinario alguno veo como algunas fotografías caen, me agacho levantando las dos qué hay sobre el suelo y regreso a mi posición inicial, despacio observando el paisaje que se plasma en la foto en mi mano.
La casa de <<mariposas> > flores y la bioluminiscencia en la playa.
Llevo mi mano a la que permanece sobre la mesa notando la cabaña de atrás y color verde que destaca de las auroras boreales.
—Buenos días señorita Dolan—el corazón me da un golpe cuando lo escucho y percibo que se acerca tomando la fotografía en mi mano logrando rozarme—es un lindo lugar—murmura y mi vista permanece en el sobre—tienes el mundo a tu disposición si es que así lo quieres Vanessa—me devuelve la fotografía del lado contrario que la tomo retirándose en silencio.
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Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)
RomanceTRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I) Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes de su madre descubriendo así las tentaciones y emociones de la libertad. Pitt un joven empresario conocido por su arrogancia y mal temperamen...