DianaAprieto el papel en mi mano mientras llamo pero no me contesta, llevo días tratando de dar con él pero no sé donde rayos se ha metido, sabe muy bien como me tensa el no tener respuestas de inmediato y necesito que termine el trabajo, esta vez que haga lo que debe y lo haga bien.
No me importa lo qué pasó o no esa noche, lo que me enfurece es que me haya informado que todo estaba hecho cuando no había tocado ni un cabello de Vanessa, esa ladrona sigue junto a Pitt y no se cansan de burlarse de mi, quiero verlo a los ojos cuando se entere que la nada por la que me ha cambiado ya no existe incluso si lo hace viéndome las manos ensangrentadas.
Ignoro las llamadas entrantes de Dahiana, si quiso irse problema suyo, eso no me incumbe como a ella tampoco mi vida, nos traicionó a Derek y a mi así que no entiendo que más desea.
—Te volviste a poner el anillo.
—No se de que hablas, está bastante claro que es distinto.
—El nuestro es dorado, y ese es...
—¿Qué buscas Diana? Pensé que todo había quedado claro en nuestro último encuentro.
—No lo hizo. ¿Qué es esto?—le muestro el documento arrugado en mi mano.
—Los papeles del divorcio, ya están firmados solo faltas tú.
Me burlo de lo que dice con toda esa calma como si realmente creyera que será como desea.
—Lennox olvidas quien está frente a ti.
—Tú eres quien parece que lo haces, admito que he sido muy paciente contigo y ya estoy harto Diana, acabemos con esto por las buenas.
—¿O qué?
Queda en silencio observándome y me regala una sonrisa.
—¿Qué has estado haciendo estos días, Diana?—pregunta con la mirada turbia—Creí que ya serías problema de Dahiana.
—¡Soy tu problema!
—Tengo una manera muy peculiar de lidiar con los dolores de cabeza y ahora mismo ya tengo suficientes.
—¡¿Por qué llevas ese anillo Pitt?! ¡¿Por qué Vanessa dice que tiene una boda que planear?! ¡¿Acaso planeas casarte con ella?!
Bufea.
—No negaré que realmente eres irritante, después de todo las raíces no se niegan.
Se detiene frente a mi viéndome a los ojos en cuanto levanto la mano con fuerza en busca de una cosa y es asestar un golpe.
—Dos personas, solo dos a las que les permitiría hacer lo estabas a punto y una de ella está muerta, reconoce tu lugar y de una vez por todas quédate allí.
Me sostiene con fuerza de la muñeca y su tono de voz como mirada no es muy distinto al que vi la última vez.
—Suéltame, me lastimas Pitt.
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Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)
RomanceTRILOGÍA HÁBITOS INSACIABLES. (Libro I) Vanessa apenas empieza a separarse de la sobre protección y tabúes de su madre descubriendo así las tentaciones y emociones de la libertad. Pitt un joven empresario conocido por su arrogancia y mal temperamen...