Fortaleza y Fragilidad

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Pero Sana nunca llego donde su alfa y Tzuyu nunca logró despedirse de su omega

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Pero Sana nunca llego donde su alfa y Tzuyu nunca logró despedirse de su omega. 

No lograron abrazarse ni decirse todo lo que sentían, no lograron decir su primer "te amo" o tal vez solo expresarlo con un beso, no alcanzaron a fundirse en los brazos de la otra, sintiendo la seguridad que solo experimentaban cuando estaban solas, no lograron demostrar que su amor valía más que cualquier conflicto o barrera, no pudieron mirarse una última vez a los ojos ni tomarse con timidez de las manos, ya no escaparían por las tardes a estar juntas y tampoco jugarían en el agua del arroyo. Tzuyu ya no vería a Sana bailar junto a las mariposas ni la escucharía reír por cualquier estupidez, Sana ya no se sentiría protegida en los brazos de Tzuyu ni podría volver a oír a la pelinegra cantar.

Porque los amores imposibles tenían fecha de caducidad. 

— ¡Tzuyu! – grito Sana tratando de zafarse de los brazos de las betas que la apresaban, mirando con lágrimas en los ojos el auto de la vieja Jeon perderse a la distancia, llevándose a su alfa junto con ella – ¡No, Tzuyu! – Escucho el triste  aullido de Tzuyu llamándola pero eso no la consoló, perdiendo la fuerza de su propio cuerpo cayó de rodillas al suelo, sin poder respirar de una manera correcta, sintiendo las palpitaciones de su corazón retumbar en contra de sus propios oídos. 

— ¿Sana? – pregunto Dahyun al notar como la rubia respiraba de una manera irregular, preocupándose al instante – ¿Qué tienes, pequeña? 

Las rodillas de la omega temblaron y su visión se nublo, apretando los puños de sus manos con tanta fuerza que al clavar sus uñas contra sus palmas estas empezaron a sangrar pero Sana ni siquiera sentí el dolor de aquello. Mina se posiciono frente a la menor, arrodillándose a su lado la tomo del rostro y empezó a respirar con lentitud, buscando que Sana la imitara.

La omega estaba sufriendo de un ataque de pánico.

— Vamos, bebé, imitamé – pidió Mina al notar que Sana ni siquiera la estaba mirando – Respira.

La rubia trató de obedecer pero los mareos en su cabeza y el temblor en su cuerpo no se detenía, causando más miedo en su interior. Miró los ojos de Mina, su rostro preocupado y lágrimas que escapaban de sus redondos mofes, recordando el cómo las mellizas siempre cuidaban de ella, que la protegían al igual que la abuela Amber.

Al igual que Tzuyu prometió hacerlo.

Sana inhaló sintiendo sus pulmones llenarse de aire, con su cuerpo gritando en protesta por lo sucedido hace algunos segundos. Antes de que pudiese siquiera recomponerse ya tenía a las dos hermanas abrazándola con preocupación.

— Lo lamentamos mucho Sana – pidió Dahyun con los ojos llorosos – no queriamos aprisionarte pero debes de entendernos, escuchaste lo que dijo la vieja Jeon dijo que te mataría si te veía de nuevo.

— Tzuyu se fue – susurro la omega, no sabía cómo pero estaba segura de que no volvería a ver a la alfa – me dejó...

No siguió hablando, temerosa de que sus pulmones volvieran a dejar de funcionar.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓  ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora