𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

Grandeza

— Despierta. 

Los ojos de Tzuyu se abrieron de repente, casi sin quererlo y tampoco recordando en primer lugar cuando fue que los había cerrado.

Intento levantarse pero no podía, estaba con el torso desnudo con solo un top deportivo y lastimada, encerrada en esa celda, con grilletes sobre su cuello y muñecas, que ni siquiera la dejaban respirar de manera correcta. 

— Los guardias dicen que te entregaste, que te auto-nombraste como la culpable de sacar al delta en el seleccionado y por lo mismo eres la asesina de todos aquellos alfas y betas que murieron – susurro la misma voz, en un tono frío y despectivo  pero a la vez aburrido, como si estar aquí fuera tiempo perdido – Y luego dicen que gracias a los análisis de sangre se a comprobado que eres mi hija, ¿cómo es eso posible? 

El pulso de la menor se aceleró, mirando por primera vez a quien era su padre de sangre sin poder ocultar el asco y el desagrado.

Namjoon no era diferente a los miles de retratos que se encuentra con su rostro a lo largo de Corea y a Tzuyu le enfermaba el parecido que ambos tenían, era como ver a un espejo, tal vez de unos cuarenta años, con el rostro aún más definido y ojos tal mármol frió, sentado en su trono de hielo como un rey enfrentando a un insignificante insecto. 

Claramente el insecto era Tzuyu. 

— Mi madre fue una omega, por la misma que encerraste a SeulGi en el manicomio – hablo, casi como si algo le arrancara la verdad de la boca – Ella está muerta y yo no libere al delta, lo dije tan solo para ser  traída ante ti, aunque nunca pensé que lo hicieran de manera tan política – afirmó con un deje de ironía.

El Hushuan frunció el ceño con desagrado. No le convenía para nada aquello, menos ahora que ya se había firmado el título que garantiza a los Chou como las nuevos y permanentes emperadores de Corea, dejando su legado garantizado. 

— ¿Y que esperabas con entregarte? – pregunto de manera fuerte y clara – ¿Quieres mi dinero? Porque mi apellido no se te será dado, no permitiré que una bastarda lo ensucie...

— Quiero irme de aquí – interrumpió Tzuyu, demostrando que a pesar de estar encerrada no se dejaría intimidar, no cuando tenía tantas razones para luchar – Dame un avión, sin preguntar ni investigar, nos sacaras a mí ya mi familia de Corea. 

Esta vez Namjoon sí mostró interés, balanceando su cabeza a un lado, en un gesto divertido. 

— Pequeña bastarda arrogante – insulto sin rabia – ¿Qué te hace pensar que te haré ese favor? 

La menor ni siquiera se inmuto, mirando los ojos del otro sin vacilar.

— Porque si no lo haces te expondré, le diré a todo el país que soy la hija ilegítima de Chou Namjoon – informó – Ellos no te perdonaran, no confiaran en ti de nuevo, no cuando violabas a omegas al mismo tiempo que estabas apunto de casarte con una alfa.