𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

Empatía

Te amare hasta el día después de siempre.

—Hermoso Caos

Tzuyu casi se regodeo al ver la sorpresa pintar el rostro de Sana, su alivio era tan obvio que sintió unas tremendas ganas de tomarla entre los brazos y no soltarla nunca más pero se abstuvo, esperando que la mayor diera el siguiente paso.

Un segundo paso. Observaron los labios de la contraria, los de Sana, azules por culpa del frío y los de Tzuyu, rojos al ser mordidos sin piedad por esta misma. Se miraron y no fueron necesarias más palabras.

Ninguna estuvo segura de quien se acercó primero pero unieron sus labios y de repente nada se sintió mal, nada era incorrecto o correcto, no había un bien o un mal porque estaban en su universo y ahí ellas mandaban.

Se sintió como una explosión de colores en sus estómagos y un brillo luminoso en sus almas, volviendo a pintar con gamas ese frió y cruel paisaje.

Desesperadamente vagaron sus manos por el cuerpo ajeno, pintando a rojo vivo la piel de la otra con cada toque, explorandose como si fuera la primera vez que se acariciaban. Moviéndose algo bruscas y besándose de manera castigadora. Caricias llenas de amor pero con matices de rabia e ira, culpándose mutuamente por su historia de amor prohibido.

Cariño, odio, pena, deseo y aquellos sentimientos que ni siquiera podrían ser descritos en palabras se expresaban con tan solo un beso. Tal vez eso significaba amar a una persona, el que te haga sentir desde los más primitivos instintos del ser humano hasta que no puedas pensar con claridad a su lado, esas ganas de alejarla pero besarla, odiarla pero amarla, el miedo de ser tan débil ante sus caricias, ante su mirada o sus palabras, el ponerte en total disposición de la otra para que haga lo que quiera contigo.

Tal vez eso sea amar o tal vez solo sea una relación enfermiza, Tzuyu y Sana no lo sabían pero tampoco les importaba. Si su amor era enfermizo lo aceptaban, aceptaban que estaba mal el sentirse tan dependientes la una de la otra, el estar completamente entregada, aceptaban que era morbido e insano pero no harían nada para cambiarlo.

Si era enfermizo ellas mismas se catalogarían como pero seguirían escapando al bosque en las noches, aun cuando todas estaban en su contra, seguirían infectadas huyendo para encontrarse una y otra vez. Tzuyu seguiría haciéndole el amor a Sana con la misma pasión de la primera vez y Sana continuaría besando con desenfreno los labios de Tzuyu, como si el mundo se fue a acabar si no lo hacía.

Seguirían creando arte con tan solo una mirada, construyendo pequeñas utopías en búsqueda de estar juntas y haciendo el amor para sellar sus promesas.

Se besaron, con más desenfreno que antes, tratando de tomar todo de la otra, quitar todo y entregar todo, una guerra que no querían que acabara, en donde las dos ganaban tanto como perdían.

Con un movimiento rápido Sana se sentó en el regazo de la alfa, acariciando el cuello de esta mientras la otra tomaba con posesión la cintura de la omega.