Valentía

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Amber observo el espejo de su habitación mientras peinaba con lentitud su castaño y cortó cabello con uno que otro mechón blanco

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Amber observo el espejo de su habitación mientras peinaba con lentitud su castaño y cortó cabello con uno que otro mechón blanco. La mujer que le devolvió la mirada no se parecía a ella, esos ojos cansados ​​y mejillas hundidas no eran de ella, la piel pálida donde solía haber color y los labios agrietados no podían ser de ella.

Su reflejo solo demostraba una parte de lo destrozada que estaba por la situación.

Con lentitud se puso un abrigo grande y luego, a pasos cortos, camino hacia la sala. La imagen de Mina y Dahyun llorando la hizo detenerse, rompiendo solo un poco más su cansado corazón. 

— No quiero que me dejes Sana – confesó Mina abrazando con fuerzas el cuerpo de la omega, sin poder respirar bien por los sollozos que salían de sus labios – no sé que voy a hacer sin ti...

Dahyun trataba de comportarse como alguien mas  fuerte pero las lagrimas en los ojos de la beta no se puede ocultar. 

— Cuídate mucho Sana, ¿sí? – susurro acariciando con sus manos temblorosas el cabello de la menor – No podría soportar que algo malo te suceda. 

Pero Dahyun no pudo ser fuerte. La beta rompió a llanto, escondiendo su rostro en el hombro de Sana mientras esta asentía con rapidez, abrazando a las mellizas con desesperación en sus movimientos, igual que como cuando era pequeña y no quería que las betas se fuesen a su casa. 

Eso era hermandad.

Era hermandad y no era necesario ningún vínculo de sangre para afirmarlo. Sana daría su vida por Dahyun y Mina y las betas darían todo por ver a la omega feliz, se protegían la espalda y se amaban de la forma más pura que existía, siempre jugando y riendo de un lado para otro, siendo confidentes, amigas, compañeras  de aventuras y familia.

Era hermandad y porque era hermandad la despedida fue tan dolorosa.

— Las amo, las amo mucho – susurro Sana – y aunque pasen años nunca dejare de hacerlo – aseguro – gracias por cuidarme todo este tiempo...

— Siempre estaremos para ti – dijo Dahyun – somos una familia, Sana...

La  omega asintió sonriendo con tristeza. 

— Lo sé – aseguró. 

 

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𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓  ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora