ι'м yoυr doll• |+18|

•𝟚𝟡💟

Alice

Sentía todo mi cuerpo pesado, mientras escuchaba voces a mi al rededor, no lograba distinguir quienes hablaban, lo único que quería hacer era seguir durmiendo. Sin embargo las voces cada vez que hacían más fuertes, lo que me hizo imposible poder conciliar nuevamente el sueño.

—Ya te dije Karen que los Cheetos flamin hot no son mejores que los Doritos. — ¿Ese era Jack? ¿A qué hora había llegado?

—Que no, los cheetos son mucho mejores, está estadísticamente comprobado que la gente prefiere los Cheetos.

—El inhalar tanto humo hizo que tus neuronas se murieran.

—Idiota. — Se escucha un golpe, probablemente Karen le dió un puñetazo.

Una tercera voz se escucha lo que hace que me ponga nerviosa.

—¿Aún no despierta?

Aiden.

—Nop. Pero suponemos que pronto lo hará, ya pasaron dos horas.

—Si, Karen deberías de ir a descansar Hiram no tarda en llegar.

—Quiero estar aquí cuando despierte.

—D-Deberias ir.— Digo en un susurro cuando al fin puedo abrir mis ojos, veía todo borroso aún.

—¡Alice! — Siento como Karen toma mi mano y se acerca a mi. —Que bueno que despiertas, estaba tan preocupada.

—Estoy bien ¿Cómo estás tú? — Digo intentando reincorporarme con ayuda de Aiden.

—Bien, mucho mejor. Tomé un medicamento y me hizo efecto muy rápido, pero es que yo no inhale tanto humo como tú. ¿Segura que estás bien?

—Ya te dijo que si, Karen. —Dice Jake enfadado mientras me mira con una sonrisa.— Nos tenías preocupados enana.

—Te enteraste ¿Eh? — Digo devolviéndole la sonrisa.

—Aiden me avisó.

—¿Mamá...?

Niega haciendo una mueca.—No. No quise decirle nada por qué no sabía si tú querías que supiera.

—No. Gracias por no decir nada.

Aiden escuchaba todo desde la puerta mientras me observa detenidamente.

—¿Les parece venir mañana? Podemos comer todos juntos.— Dice Aiden. —Puedes traer a tu novia, Jake no hay problema.

—Claro, gracias Preir. — Dice revisando su celular. —Bien, creo que debemos dejarte descansar Alice, nos vemos mañana ¿Si? — Dice levantándose para darme un beso en mi frente.

—Gracias por venir a verme, tonto.— Digo sonriendo.

—Ya sabes. Preir, Karen. — Dice a modo de despedida mientras sale por la puerta.

—Hiram también está esperándome abajo, así que, nos vemos mañana, te mandaré mensaje en un rato para que me respondas ¿Está bien? Sabes que te quiero y lamento que todo esto haya pasado. —Dice Karen con lágrimas en los ojos por lo que me apresuro a abrazarla.

—No, no. No te culpes, esto no fue culpa tuya ni mía, solo estuvimos en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. —Digo intentando de tranquilizarla aunque mis palabras no eran del todo cierto. —Te irás a casa descansaras y mañana pasaremos un día genial ¿Si?

—Esta bien.—Dice suspirando y limpiándose las lágrimas para después sonreír.—Vendremos mañana y estaremos bien.

—Lo estaremos.— Dije devolviéndole la sonrisa mientras observaba como se iba.