Alice.
Estar entre sus brazos me reconfortaba y me hacía sentir segura. A pesar de conocerlo me seguía poniendo nerviosa que nuestra relación diera un paso tan grande en tan poco tiempo, cuando me dijo de venirme a vivir a su casa el día de mi presentación sabía que lo decía enserio pero me había dado tiempo a cuando yo estuviera segura, aunque en ese momento se me hizo raro que me hiciera esa propuesta pues según yo no era tan común que vivieran juntos. Pero ahora con todo esto que paso no tuve más alternativa, no quería seguir dando molestias en casa de Karen, por qué no sabía cuánto tiempo iba a estar ahí ya que no tenía a dónde regresar.
Ya no tenía casa a la cual regresar.
Ese pensamientos hace que mi corazón se encoja y un sollozo salga de mis labios. Siento como los brazos de Aiden se aprietan un poco en torno a mi y acaricie suavemente mi espalda.
-Tranquila, todo está bien no estás sola estoy aquí contigo. No me gusta ver a mi muñeca triste.- Dice a la vez que levanta mi rostro y limpia las pocas lágrimas que cayeron sobre mis mejillas.- Creo que ya empezó el programa que te gusta ¿Que tal si lo vemos mientras llega la pizza?
Solo asiento mientras giro mi cabeza al televisor y me acomodo de nuevo recargandome en su pecho mientras el sigue rodeandome con su brazo.
En la televisión estaba la película de La chica de la capa roja. Estaba ya empezada pero no importaba ya la había visto alguna veces y era una película que me gustaba bastante, creo que eso ayudará un poco a despejar mi mente.
Después de casi 20 minutos alguien toca la puerta, por lo que Aiden se levanta a abrir suponiendo que era la pizza, yo me quedo sentada en el sillón y observo como efectivamente era la pizza pues regresa con una caja.
-La cena llegó, ire por platos y vasos.
-¿Quieres que te ayude?
-Asi está bien, tu sigue viendo tu película ya regreso. -Dice viéndome con una sonrisa mientras va a la cocina.
Abro la caja y el olor llega a mis fosas nasales haciendo que mi estómago proteste, no había probado bocado desde la cena de anoche.
Cuando Aiden llega deja los vasos y los platos y mientras sirve las bebidas yo pongo los pedazos en los platos, me moría de hambre.
-Se ve muy rica. -Digo dándole una mordida y realmente me siento en el paraíso, no solo se veía, estaba muy rica.
-Me alegra que te guste aunque necesito preguntar ¿Desde cuándo no comías? -Dice mirándome seriamente.
-¿Uh? -Digo haciéndome la desentendida mientras le doy un sorbo a mi bebida.
-No es normal que tengas hambre. -Si que me conoce..- ¿Y bien? Sigo esperando la respuesta.
-B-Bueno es que la noche que Karen se quedó en mi casa pedimos pizza también y eso cenamos y hoy nos levantamos muy tarde y sucedió todo esto y al llegar a su casa estaba sumamente cansada y pues no comí nada, lo siento. -Digo nerviosa mordiendo mi labio inferior.
Aiden suspira mientras sigue mirándome.
-Bien. Lo entiendo, pero después tendrás tu castigo ¿Está bien? No puedo seguir dejándote pasar cosas tienes que seguir y obedecer las reglas. ¿Entendido?. -Asiento varias veces.- Muy bien, ahora ponte a comer y quiero que te termines todo.
-S-Si está bien.
Seguimos comiendo mientras vemos la película, sabía que las cosas iban a seguir igual en la relación y no quería tener castigos, por lo que haría lo mejor para no romper ninguna regla.
ESTÁS LEYENDO
ι'м yoυr doll• |+18|
Ficção AdolescenteAlice Reed nunca imaginó que su vida cambiaría tan drásticamente el día que salvó a un chico de suicidarse, sin saber que ese chico era Aiden Preir, uno de los jóvenes millonarios más codiciados del momento. Todo cambia el día en que Aiden le hace u...