ι'м yoυr doll• |+18|

•𝟚𝟝 💟

Alice.

Al salir del cajero vi a Aiden recargado en la pared revisando su celular, se veía tan imponente, no sabía cómo decirle que no tenía ni un solo centavo en mi cuenta.

Me acerco a paso lento hasta situarme a su lado, el despega la vista de su celular para mirarme con una media sonrisa.

—¿Lista? —Negué mientras bajaba la mirada.— ¿Que sucede muñeca? —Dice tomándome del mentón haciendo que lo mire.

—Yo..no creo que vaya a poder comprar cosas.

—¿Mmm? ¿Te sientes mal?

—No, no, estoy bien es solo que..no tengo dinero, y no tengo como comprar mis cosas, lo siento por hacerte venir hasta acá.— Digo sintiendo de nuevo el nudo en mi garganta. No llores Alice.

Aiden suspira y me abraza tomándome por sorpresa.

—Alice, ¿Quien te dijo que tenías que comprarlo tu?

—P-Pero..

—Nada. De ahora en adelante no tendrás que preocuparte por nada ya te lo dije, yo me haré cargo de todo lo que ocupes, así que tomate la libertad de agarrar todo lo que quieras y lo que necesites ¿De acuerdo? —Dice acariciando mis mejillas para después darme un pequeño beso en mis labios.—Eres mi muñeca, y tengo que consentirte. —Muerdo mi labio pues las ganas de llorar ahora eran más fuertes. —Ahora vamos y quita esa carita que quiero ver tu hermosa sonrisa. ¿Si?

—B-Bueno..—Digo mientras mis mejillas se sonrojan y el toma mi mano para comenzar a caminar.

¿Cómo es que tenía a este hombre a mi lado? No lo merecía..

El centro comercial era muy grande y había tiendas por doquier, había gente pero no tanta lo cual era un alivio por qué había veces que estaba muy lleno y eso me desesperaba.

—Bien ¿A dónde quieres ir primero?

Me detengo para ver todas las tiendas,  no había hecho una lista así que no sabía por dónde empezar...

Que tonta, no tenía absolutamente nada así que tenía que ir a muchos lugares.

Suelto una pequeña risita.

—¿Que pasa muñeca? —Pregunta Aiden mirándome con curiosidad.

—Nada es que de verdad soy muy tonta. —Digo riéndome de nuevo, pero al ver su expresión mi risa se detiene. —¿Q-Que pasa?

—¿Quieres castigo?

Abro mis ojos sorprendida.

—¿Que? ¡No! —Digo rápidamente.

—Pues entonces no vuelvas a decirte así, no eres una tonta. ¿Bien?

—Bien..

—Ahora ¿A dónde vamos primero?

—¿Podemos ir a ver la ropa?

—Donde la muñeca diga.

Comenzamos a caminar y llegamos a una tienda donde vendían ropa de todo tipo así que tenía mucho trabajo que hacer.

Comenzamos por la ropa casual, pantalones, camisetas, shorts etcétera. Había mucha ropa bonita y me hubiera gustado agarrar más pero no quería hacer gastar tanto. Cuando iba al probador Aiden ya estaba sentado en unas sillas que se encontraban ahí y a su lado había otro bulto de ropa lo cual me dejó sorprendida.

—¿Q-Que haces? —Pregunto al verlo sentado ahí.

—Espero a qué te pruebes ropa para ver cómo te queda.