Un simple omega

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El beta albino de bufanda roja lloraba en su habitación, lanzado en su cama mientras su teléfono estaba a su lado con una llamada aún abierta. Desde la otra línea se escuchaba una voz femenina que intentaba hablarle, llamando su nombre para saber si el dicho seguía ahí o no. Aún así el de piel pálida no respondió, estaba en shock mientras lagrimas salían cayendo y una sola palabra pasaba por su mente ¿Como? la señorita del otro lado harta de esperar dijo unas palabras antes de irse.

???: Se le esperara en la consulta el lunes que viene en la consulta para examinar mejor el caso y el estado del feto- Dijo sin más para luego colgar la llamada-

¿Como? Solo quería saber eso ¿Cómo había llegado a poder pasar eso? ¿¡Se suponía que el era omega, se suponía que no debía de pasarle eso!? Se había quedado preñado, había cumplido lo que debía de hacer un omega y ahora tenía un ser vivo dentro suyo, un futuro retoño al que cuidar. 

Las lagrimas caían, sabía de quien era el bebe, era la única persona con la que se había acostado recientemente. Un único capricho luego de tanto y terminaba así, el universo debía estar en su contra. Por lo menos sabía el nombre de ese chico joven del bar, Reaper Renrink. Ese nombre de alguna manera le sonaba, tal vez de las noticias o de algún diario pero le sonaba de otro lugar.

Se secó las lagrimas y curioso se levantó de la cama para abrir su ordenador. Se metió en el buscador para poner en la barra de búsqueda "Reaper Renrink". No sabía si era la mejor opción pero debía saber por lo menos un poco de quien era el padre biológico de su hijo, tal vez no lo fuese oficialmente pero seguía teniendo su ADN. Fue mirando en varias paginas y fue descubriendo varias cosas.

Reaper Renrink. Un alfa ,abogado de renombre que tiene fama de no perder ningún caso, por muy difícil que pareciese. Gracias a eso consiguió mucha fama, por esa fama consiguió muchos más trabajos y con eso un dinero inmensurable. Era dueño de una mansión a las afueras de la ciudad y tenía varios terrenos a su nombre. Pero había algo que no le gustaba.

Estaba casado. Era otra alfa de que ganó su fortuna a partir de la herencia de sus padres. Ella tuvo un pasado con un hombre llamado Asgore, estos estaban casados hasta que se descubrió algo del señor. Se encontraron varios cuerpos de mujeres jóvenes en el sótano, todos con heridas que les dieron una muerte rápida, una misericordia dentro de un escenario tan macabro así. O eso decía el periódico en donde lo leyó.

El hombre fue arrestado y condenado a cadena perpetua. La mujer pidió el divorcio y los dos se separaron, algo extraño fue que el señor no se negó, casi lloró en el tratado peor no hizo nada para quedársela a su lado. Geno ladeo su cabeza para quitarse esos pensamientos y siguió leyendo, no necesitaba meterse en la vida de esos dos en esos momentos como cotilla de las calles. Siguió leyendo. Viendo que ahora esa alfa estaba viviendo con su hija adoptiva Chara y su prometido Reaper, faltaba bastante para esa boda ya que parecía necesitar muchos preparativos, más de un año. Mientras vivían en la casa de Reaper.

Geno negó con la cabeza mientras regañaba a Reaper internamente ¿Porque no le había dicho nada de su prometida? Bueno, sabía el porque, no habría aceptado si no. Pero se había propuesto delante suyo el tenerlo a su lado sin importar que, entonces ¿No quería a su esposa? Dejo de lado esos pensamientos, por mucho que no quisiera casarse no estaba bien que la engañase. Tenía una prometida y una hija adoptiva a las cuales cuidar, no había ninguna forma en la que  pudiese pensar nada sobre un posible embarazo, no era su culpa, tampoco la suya, pero no iba a contarle nada.

Geno pensaba que era lo mejor, seguiría con haciendo que el pensase que nada pasó, estaba bien, el lograría salir adelante, incluso con un hijo al que mantener y cuidar. Unas pequeñas lagrimas se resbalaron de nuevo por sus mejillas, era tanto por asimilar, el, un hijo, engendrar un hijo.

Se secó las lagrimas dejando sus ojos húmedos, debía empezar a pensar en que tenía que cambiar en su vida para que el niño este bien. Debía ahorrar, mucho, tal vez demasiado. tenía un buen trabajo pero ¿Era suficiente para mantenerlos a los dos? También debía cambiar su dieta, dejar de comer tanta comida basura, preguntaría al doctor en su cita del lunes. Intentó calmarse respirando profundamente mientras su mano reposaba en su pecho, las lagrimas se iban y volvían  a cada rato, por cada pensamiento salían algunas, era agobiante el pensar en todo, pero debía hacerlo.

Su estomago sonó y se fue a hacer la cena mientras pensaba en lo pasado. La verdad es que no tuve muchos síntomas aparte de leves mareos y vómitos las primeras semanas. Pensé que era una enfermedad sin más y por eso fue que pille visita en el medico. Al no encontrarme nada y ser beta decidieron hacer el examen más a profundidad. Y ahí estaba, su hijo con un mes y medio ya de gestación, podría haberse dado cuenta antes si los doctores no tardasen tanto en dar hora, y mira que esa vez fue rápido.

Se preparó solo una ensalada, tal vez estaba exagerando pero no quería comer nada que no pudiese. Aunque no fuese lo que el quería, iba a cuidarlo con todo su amor y esfuerzo, no estaría solo. se sacrificó muchas veces por sus hermanos, y lo haría las veces que hiciese falta por ese pequeño e indefenso retoño que iba a tener. Era lo que debía hacer como padre.

Iba a proteger a ese pequeño, costase lo que costase.