Un simple omega

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Pasaba la manga de su ropa por encima de sus ojos, queriendo sacar las lagrimas que no cesaban y así poder ver mejor. En sus manos había una foto a papel, impresa y bien guardada. En esta había un pequeño niño de sonrisa juguetona y ojos brillantes, a su lado una mujer de sonrisa cansada. Aunque esta ultima era completamente indiferente para el chico que tomaba la foto, al fin y al cabo, lo único que necesitaba era ver por más tiempo a lo que era su hijo.

Horror: No se si me creerás o no, pero es el.

En ese momento, el tachado de lujurioso no escuchaba a su pareja, en esos momentos su mente solo quería acaparar una cosa. Veía esos ojos ilusionados, una, sonrisa sincera, era tan parecido a el y a la vez tan diferente. Sin que quisiera, salían lagrimas de alegría al verlo, de poder admirar su querido niño. Podía verlos a los dos, su pequeño hijo con esos hermosos ojos morados, mirándolo adormilado mientras le contaba un cuento infantil. Tal vez en una cabaña alejada del mundo, o en este mismo edificio.

Horror: Hey ¿Estas bien?- Se rascaba la nuca nervioso, no sabía como reaccionaria el contrario-

Lust volvió a la realidad, dándose cuenta de que estaba en una realidad diferente a la de sus deseos. Y justo delante de el, la ultima cosa que quería ver en su vida deseada, por lo menos en esos momentos.

Lust: Porque- Pregunto a la nada, aunque el único presente sabía a quien se refería-

Horror: Sabes lo que pasa, cuando un omega consigue a otro alfa luego de haber tenido un cachorro- Chasqueo la lengua, se sentía mal por haberle hecho daño, pero no estaba seguro si arrepentirse- Sabes que debí haberlo matado realmente, pero no lo hice.

Lust: Me dijiste que lo mataste, con tus propias manos.

Horror: ¿Qué harías si llegase a decirte que estaba vivo?- Lust se quedó unos segundos pensando con la mirada baja- Si, habrías ido a por el, no podía dejar que eso sucediese, sería una humillación.

Lust: ¿Una humillación es más importante?- Se sentía dolido por cada palabra que soltaba su amante-

Horror: Era mi sentimiento contra tu sentimiento, yo tenía la decisión- Miró a su desobediente omega, viendo como sus lagrimas se asomaban mientras se alejaba de el. No sabía controlar la situación, y cada vez controlaba menos sus acciones. Con ese estrés, comenzó a gritar- ¡Aún así hice todo lo posible por mantenerte feliz, te cuide, te di satisfacción, te alimente y mime como mi reina! ¿¡Y así es como me pagas, cuando cualquier idiota lo hubiese matado en tu cara mientras te trataba como perra!?

El lujurioso se fue corriendo de la habitación, huyendo de su amante lo más rápido que podía. Se sentía traicionado, dolido, feliz, aliviado, triste, enfadado. Demasiadas emociones se acumulaban en sus  mientras intentaba sacarlos fuera con lagrimas impotentes. Termino cerrado en una habitación cualquiera, simplemente intentando relajarse, cosa que tardó mucho tiempo.

...

Un hombre joven en traje estaba en su oficina, contando billetes de un gran fajo de dinero. Estaba sentado en una silla grande de oficina, en un escritorio lujoso bien ordenado. Mientras un policía miraba desde el otro lado del escritorio, esperando su ansiado dinero. Había estado haciendo cosas malas, traicionando a sus superiores entregando información confidencial, solo por un dinero sucio ¿Pero que podía esperarse? Era de un distrito muy bajo, solo tenía esa información por que fue informado de la gravedad del asunto toda la policía por si acaso.

Policía: Solo dame ese maldito dinero ya- El rubio miraba impaciente ese delicioso dinero sucio-

???: Como sea, Flowey Junior- Le dio los billetes al joven chico, que casi le arrebató el fajo-

Flowey J. :No jodas viejo, ya sabes que no me gusta que me llamen así, llámame Nick- Su padre murió cuando era muy joven, cuando tenía solo 5 años. Su madre nunca se preocupó mucho por el, así que después de ser mayor de edad y volverse policía, lo primero que hizo fue irse de su casa y cambiarse el nombre-

???: Bien, ahora que me has dado la información ya puedes irte.

El joven salió corriendo de la oficina, mientras el hombre de edad media miraba la carpeta con una maliciosa sonrisa. No tuvo mucho tiempo admirando una de las muchas piezas de su plan, ya que poco después llamo a uno de sus trabajadores desde el micrófono que conectaba con todas las salas. Minutos después un robusto hombre se inclinaba ante el con respeto y hasta miedo.

Trabajador: Mi señor- Este tenía un brazo en el pecho, no dijo nada más solo para esperar ordenes-

???: Envía estos documentos a las oficinas de abogados, especialmente para la linda alfa Sans- La sonrisa maliciosa seguía en sus labios, mientras en su cabeza se imaginaba la recompensa de tan maravilloso plan-

Trabajador: Pero señor ¿No era ella nuestra aliada? Nos ayudó mucho económicamente y con el personal- Comentó confundido y asustado, eso era una gran traición-

???: No importa, ya no es útil.

Sin más, con esa fría orden, el chico no pudo hacer más que irse hacia la oficina de correos. El hombre dueño de todo el lugar tomó la copa de vino que tenía encima de su escritorio, feliz tomo un sorbo. Cada día faltaba menos, poco a poco podía saborear mejor la victoria, y a su dulce amado. Estaba ansioso por tocar su piel, mirar su hermoso rostro, su sincera sonrisa, era lo único en lo que podía pensar. Falta poco, cada vez menos.

Y el caerá junto su reinado