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Fell: Cariño ¿Seguro que no quieres volver a casa aún?- Dijo aferrándose al brazo de su pareja, quien miraba la puerta del interrogatorio intensamente-

Classic se perdía entre sus pensamientos, ese era su caso. Desde siempre había dudado de la veracidad del caso de Asgore Dreemurr, con varias fallas en la historia que todo el mundo evitaba tocar. Muchas veces se quedo en vela mirando la información, buscando la verdad, nunca pensó que estuviese en alguien tan cercano como la esposa. Pero tenía sentido, hoy ella misma había enseñado las pruebas al preso y lo había interrogado.

Una buena sorpresa se llevó al escuchar su verdadera parte de la historia. Las mujeres que se encontraron muertas nunca fueron sus amantes, solo simples mujeres en su vida que pasaban tiempo con el. La secretaria, la sirvienta, la compañera de trabajo, mujeres que, con el buen carácter que tenía, trataba con delicadeza y amabilidad. Su esposa no estaba bien, aún no habíamos investigado pero daba señales claras de un rechazo o abandono que evolucionó en un trauma. Tenía unas inseguridades terribles de no ser suficiente para el, que se juntaban con sus excesivos celos hacia cualquiera que se acercara "de más".

No sabemos el orden de las muertes, ni como el hombre llegó abajo. Pero se que durante todo el juicio, la mujer actuó perfectamente como una victima dolida, asegurando que no esperaba el monstruo en el que se había convertido su marido. Ella misma inventó el hecho de que esas mujeres eran sus amantes, lo sabía pero dejó que su marido siguiese, no esperaba lo sádico que fue al matar a sus amantes una a una.

La historia no concordaba, nadie había notado esos índices en el, ni en el hecho de tener amantes ni en su sadismo. Era un hombre tan amable y servicial, todo el mundo decía que no mataría ni a una mosca. Simplemente algo andaba mal, pero todo el mundo lo puso como un caso de doble cara, solo eso, sin más pruebas que una testificación. Pero lo entendía, ya que el hombre admitió que todo era cierto, llorando. Pero ahora sabía por que había "confesado", por miedo y amor. Temía las consecuencias de su mujer, y la amaba demasiado como para no hacerle caso. Ella misma le dijo en prisión que debía aceptar todo lo que dijese, o si no su cuello terminaría colgado del techo de la cárcel. Sabiendo de lo que era capaz calló, y su dependencia emocional hacia su mujer no ayudó a que se sacase de esa situación.

Fell: ¿Amor? ¿Me escuchas?- Esta me zarandeó levemente, sacándome de mis pensamientos-

Classic: Si, estoy bien tranquila- Enternecida le acaricie el cabello, pasando mi mano por un mechón y colocándolo detrás de su oreja- Solo pensaba, este caso lo he estado viendo desde hace mucho tiempo.

Fell: Entiendo, estoy aquí si necesitas algo ¿Si?- Me dijo finalmente con una sonrisa-

Ella acercó su rostro lentamente, dándome un leve pico. Sonreí con ternura, no podía haber conseguido una pareja mejor. La acerqué de nuevo a mi y profundicé el beso, haciendo bailar nuestros labios en una dulce unión. Nos separamos segundos después, ella apoyó su cabeza en mi hombro mientras yo admiraba el sonrojo que se había formado en sus pómulos.

Toda esa ternura se fue cuando escuché gritos descomunales de la sala de interrogación.

Toriel: ¡¡No puedes hacerme esto!! ¡¡¡ESE MALDITO COLOR ESTÁ INTENTANDO CULPARME, NO ES CIERTO, NADA ES CIERTO!!!- Se escuchaban gritos junto a llantos desesperados- ¡¡ESTUPIDO COLOR, ME LAS PAGARÁS!!

¿Color? ¿Quién era Color?

...

Nightmare: ¡Como que no lo habéis encontrado aún! ¡Como si quiera se os ocurre dejarlo ir tan fácilmente!- Nightmare gritaba en el salón de forma histérica a cinco guardias-

Como su supuesto amante, muchas veces había llegado a no llegar a tiempo a la mansión, o simplemente había desparecido por mucho más tiempo del esperado. En verdad, muchas veces lo hice simplemente por ver si Nightmare hacia algo, si se preocupaba aunque fuese un poco por mi. Pero no, simplemente buscaba otra persona con la que tener satisfacción, solo ignorando el hecho de que me iba y volvía sin más.

Pero ahí estaba, gritando como loco por que el omega al que había marcado hace relativamente poco se había escapado de casa ayer. Nunca me dio buena espina, se llevaba bien con Nightmare desde hace años, y indirectamente me dejaba de lado para pasar más tiempo con su mano derecha. Me daba mala espina, pero luego se volvió omega, y Nightmare lo marcó, me hervía la sangre de la rabia. Pero tuve una esperanza, ya que nunca lo tocó. Hasta el celo.

Yo evité que pasara, pero esa noche me di cuenta de que el corazón de Nightmare ya nunca sería mío, como no darme cuenta cuando gemía su nombre mientras lo hacíamos. Desde pequeños estuve a su lado, intentando llamar su atención, pero nunca fui más que su simple muñeca de plástico que sabía que no tenía ninguna enfermedad sexual, limpio y cruel, como siempre.

Guardia 1: Nos dio un papel firmado por usted señor, tenía veracidad- Dijo uno de forma formal, intentando mantener su vida intacta, cosa ahora casi imposible-

Nightmare: ¡Debisteis haber venido a decirme antes, estaba claro que era una trampa!- Aún que tuviesen razón, al ira lo cegaba-

Guarida 2: ¡Lo sentimos señor, por favor perdónenos la vida!- Casi gritó temeroso, al parecer este segundo no mantenía tanto la compostura-

Nightmare: Váyanse antes de que me arrepienta, y no vuelvan hasta poder traer a Killer de vuelta.

Los dos hombres, sintiéndose suertudos, se fueron casi corriendo de la sala para ir a la búsqueda. Otra vez me quedé a solas con Nightmare, el silencio incomodo se formó durante unos segundos.

Ccino: Nightmare, yo, quiero hablar contigo- Comenté, me sentía triste, como si fuese a perder demasiado. Pero ya era hora de dejarlo atrás, por mucho que lo hubiese "tenido" a mi lado-

Nightmare: Yo primero- Este se acomodó la manga derecha de su traje, suspirando- No puedo volver a acostarme contigo.

Ccino: Yo, ya lo sabía la verdad, iba a pedirte lo mismo- Suspiré aliviado, aunque una pequeña parte de mi esperaba que me pidiese que me quedara a su lado, que pensamiento más estúpido ahora- ¿No quieres herir otra vez a Killer cierto?

Nightmare: No digas idioteces- Aún con eso, se quedó unos segundos callado antes de responder. Su boca siempre mentía, pero su cuerpo no te fallaba, era como un libro entreabierto-

Ccino: Nightmare, se que lo sabes, pero antes de irme, quería decirte que me gustas- Me quedé unos segundos en silencio, el me miró de forma despectiva- Se feliz con Killer.

Después de eso me fui lo más rápido que pude, ninguna mano me paró, ninguna voz me llamó. Me quedé solo una vez más, pero sin la sensación de un falso amor. Pasaría pagina, dejaría esa vida detrás suyo, detrás de alguien. Ya era hora de vivir por mi mismo ¿No?

Ahora solo debía pasar por Color.

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Banda, ayuda, demasiados gays en mi mente, ni han salido ni tres capítulos de forma importante y ya quiero shipear a los dos guardias. Algún día, si queréis, hago especial sobre esos dos.

Ccino no era malo, solo cometió un error que no esperaba que saliese tan mal 😔

Dicho esto, hasta la próxima.

Un simple omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora