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Geno caminaba sin un rumbo por las calles oscuras, iluminadas solo por la luz de la luna y las pequeñas farolas que aún seguían encendidas. Su mano era agarrada por la muerte la cual la guiaba por las calles de esa fría noche. Ni sabía porque había aceptado ir con ese desconocido, tal vez solo para desconectar.

Los dos llegaron a un hotel que parecía de demasiada buena calidad, es más, en el mismo cartel decía que era de cinco estrellas, y era bastante creíble. Geno sorprendido siguió a Reaper a dentro del hotel, definitivamente no se esperaba tanta calidad para una sola noche.

El alfa se fue a hablar con la dependienta mientras Geno se quedaba a un lado observando el maravilloso lugar, cada detalle, cada pieza, todo encajaba para dar una acogedora y elegante atmosfera. Reaper volvió poco después y me tomo de la mano para llevarme al ascensor.

Geno: ¿Realmente tienes dinero para algo así? ¿No crees que esto es demasiado ostentoso para una sola noche?

Reaper: Por supuesto que tengo el dinero suficiente y nada es demasiado para ti.

Geno: Solo me conoces de hace unas horas.

Reaper no respondió, dejando solo el sonido de la puerta del ascensor abriéndose. Los dos recién conocidos caminaron por los pasillos magenta hasta llegar a la habitación. La puerta se abrió dejando ver una habitación morada de iluminaciones de color parecido. La única luz ahí eran las que estaban dejaban debajo de la cama doble envuelta en sabanas negras. Había un balcón que dejaba ver unas hermosas vistas a la ciudad nocturna, en esos momentos tapado por unas negras cortinas. Había una mesa de noche negra con varios productos encima de esta, condones, lubricante y algunas otras cosas que no podía reconocer. Ahí se dio cuenta del sitio al que lo habían llevado, era un hotel cinco estrellas especializado en lo que iban a hacer.

Geno se adentró a la habitación notando como Reaper cerraba la puerta detrás suyo. El alfa se acercó por detrás a Geno quitándole la sudadera con cremallera, bajando lentamente las mangas mientras rozaba sus dedos por su piel hasta que la prenda cayó al suelo. Reaper se acercó a su cuello para dar pequeños besos mientras pasaba sus manos por debajo de su camiseta. Geno solo se dejaba llevar, dejando que Reaper tomara todo el control en esos momentos. Reaper se acercó a su oreja para lamerla.

Geno: Esto es solo una noche ¿Verdad?- Preguntó para asegurarse-

Reaper: Solo hasta que te convenza de lo contrario~ -Dijo el contrario en un susurro.

Poco a poco las prendas de los dos fueron cayendo al suelo mientras el calor de la sala subía por momentos. El albino había perdido la cabeza por completo, dejándose llevar por el placer causado por el contrario. Reaper mientras disfrutaba cada reacción del beta, cada gemido, cada estremecimiento, adorando cada cosa que hiciese.

Pasaron así horas haciendo diferentes rondas. Geno estaba exhausto, estirado en la cama mientras se recuperaba, lo había disfrutado mucho, pero no se lo diría. Reaper en cambio estaba sentado en la cama, tomando un cigarro y llenando la habitación de un ligero olor a humo.

Reaper: ¿Y bien?¿Que te pareció?

Geno: Estuvo bien, supongo.

Reaper: ¿Solo eso? Y yo que me he esforzado.

Geno: Hmm ¿Y a ti te ha gustado?- Avergonzado por lo que acababa de decir tapó su sonrojo con las sabanas-

Reaper: Mucho más de lo que esperaba, se siente tan bien estar dentro tuyo gatito, y tus gemidos...- Reaper iba a seguir hablando pero Geno lo paró-

Geno: Lo pilló, no sigas más por favor- Esta vez se tapó la cara por completo-

Reaper le destapó la cara y se estiró a su lado, dándole una sonrisa picara. Geno infló sus cachetes haciendo pucheros, aceptando el acercamiento que el contrario había hecho. Los dos se quedaron ahí dentro hasta la mañana siguiente donde cada uno se fue por su lado como si nada hubiese pasado, pero Reaper no lo dejaría ir tan fácilmente y tenía la foto en su móvil perfecta para empezar a buscar.

...

Dust estaba sentado en la silla de su habitación de nuevo, escuchando los descontrolados llantos que hacia el pequeño omega. El se estaba hartando ya de todo eso, llevaban así días enteros y como no parase de llorar perdería el control, pero aún no era el momento de matarlo, ni siquiera había podido jugar con el antes y su curiosidad por ese ser era superior.

Dust: Calma niño, todo estará bien- Dust soltó esas pablaras en un intento de que el niño se calmara, y para su suerte su tono sonó tranquilizador y amigable-

Blue por fin se calmó un poco, mirando fijamente a Dust con los ojos llorosos. El alfa se levantó y fue hasta la cama, sentándose al final de esta.

Dust: ¿Ves? No era tan difícil, no te voy a hacer daño así que tranquilízate- Blue asintió con la cabeza, aún temblaba pero parecía confiar en el contrario-

Blue como instinto se acercó más al alfa para esconderse entre sus brazos, formando un cálido abrazo. Dust, sin el mismo saber porque, correspondió el abrazo, rodeando al pequeño. Blue se sentía protegido en los brazos del contrario, e incluso siendo un desconocido le aportaba mucha confianza y confort.

Blue: Tengo hambre- Sus tripas sonaron mientras decía eso, se encogió de hombros algo avergonzado-

Dust: Esta bien ¿Qué quieres comer?

Blue: ¡Tacos!- Respondió al instante, emocionado por la idea de comer eso-

Dust: ¿Tacos? Yo no como esas porquerías, tengo una dieta muy estricta.

Blue: Entonces no sabes hacer tacos...

Dust: Ni siquiera se cocinar agua, se me quemaría hasta el agua.

Blue se rio a carcajadas por el comentario del alfa mientras el otro solo se quedaba con la cabeza baja, avergonzado por lo dicho.

Blue: Ja ja ja ja ja, entiendo ¡Entonces yo te enseñare!

Dust: Je je, esta bien niño, vamos.

Los dos se fueron de la habitación para bajar a la cocina, donde Berry le enseñó al mayor a preparar unos simples tacos.

Un simple omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora