Después de despertar y hacerme la idea de que es mi último primer día de instituto, me encuentro caminando hacia allí, pero mientras voy, escucho una de mis canciones favoritas, que es "ride" de twenty one pilots, la cual es una de mis bandas favoritas, me detengo en una calle y me siento en la misma banca de siempre a esperar a Paris y Jade, mis amigas desde que llegué a este pueblo y las únicas en realidad.
La música aún suena en mis auriculares cuando veo que Jade se acerca con su típico cigarrillo entre los dedos, cuando llega junto a mí, me extiende uno, y sin pensarlo dos veces se lo acepto.
-pensé que no volvería a probar uno en años- dije de manera dramática.
- ¿por qué?, ¿acaso estas en abstinencia? - dijo burlona mi amiga.
- ¡claro que no!, solo que me quedé sin dinero para poder comprar más- dije levantándome de la banca y comenzando a caminar nuevamente.
Fuimos un par de calles más abajo y estaba Paris esperándonos, cuando nos vio se acercó a nosotras y nos abrazó.
- ¡las extrañaba mucho, amigas! - dijo con mucha alegría.
A lo que yo decidí hablar de manera relajada -nos vimos la semana pasada, tampoco exageres-
Y ella me dijo -siempre tan fría como el hielo Zoe- yo solo me limité a rodar los ojos
Seguimos nuestro camino hasta llegar al maldito instituto, aunque como ya es nuestro último año, saldremos antes de que termine el curso académico para todos los demás, nos dirigimos a la secretaría por nuestro horario, pero la fila era muy larga, por lo que decidimos ir a nuestro "escondite secreto" a pasar el rato, y como es el primer día, no nos dirán nada por llegar tarde.
Nos pusimos a fumar un rato en lo que pasaba todo, estábamos riendo y fumando como siempre, en eso llega un chico alto con sus ¿padres?, ¿que acaso no tiene dignidad?
-disculpen, ¿saben dónde está la secretaría? - mencionó de manera suave y algo tímido.
Paris fue la primera en echarle el ojo, si saben a lo que me refiero, ya que fue la única que se ofreció a guiarlo hasta allí, Jade y yo solo elevamos los hombros y seguimos en lo nuestro. A los minutos después volvió Paris con una sonrisa radiante, se le veía que emanaba alegría hasta por los poros.
- ¿y a ti qué te pasó? - pregunté graciosa.
- ¿acaso no viste a ese chico?, está muy ardiente, lo quiero para mí- dijo sentándose junto a nosotras
-de seguro es un nerd, ¡venía con sus padres al instituto!, ¿quién en su sano juicio hace eso?, ¿cierto Jade? -
-puede ser, aunque de seguro es menor que tú Paris-
-ya dejen de criticar y vámonos por nuestros horarios- nos tomó a cada una de un brazo y nos dirigió a la secretaría.
Caminamos rumbo a ese bendito lugar y por suerte ya no había fila, porque todos habían entrado a clases ya, cada una recibió los horarios y para nuestra mala suerte, ahora nos había tocado separadas. A mí me correspondía álgebra, a Jade literatura y a Paris biología, por lo que nos despedimos y cada una tomó su rumbo.
Llegué a la clase y por suerte estaba la puerta abierta, entré sin hacer el menor ruido y me senté en un lugar vacío al fondo, me puse a inspeccionar toda la habitación y pude ver la cabellera que tenía a mi amiga tan enloquecida. ¿Han sentido esa sensación de sentir que te observan?, pues bien, siento que él la sintió, porque volteó a verme.