Me cambié de ropa y me maquillé un poco, no demasiado, porque la verdad es que no me gusta mucho eso, pero lo adecuado para verme natural, me terminé de arreglar cuando siento que golpean mi puerta, fui a abrir y era George.
-vaya, luces bien- dijo entrando al departamento.
-gracias, tú igual- dije con una sonrisa.
-vamos o se nos hará tarde- ambos salimos del departamento y nos dirigimos al auto de George.
El camino hacia el restaurant fue corto, llegamos en un par de minutos y entramos, nos acercamos a un mozo, le indicamos que teníamos reservación a nombre de Quetzal y Paris a lo que él respondió que "estaba correcto" y nos guió hacia la mesa que estaba cerca de la ventana. Nos sentamos a esperar que llegaran, yo decidí ir al baño mientras tanto. Cuando salí del baño, vi hacia la mesa y pude observar que Paris ya estaba allí, pero ¿dónde está Quetzal?
Caminé un par de pasos con la vista hacia la mesa, iba tan concentrada que me asusté al sentir una mano sobre mi hombro, me giré abruptamente y ahí estaba él.
-hola- dije yo algo nerviosa, la verdad bastante nerviosa, se veía realmente bien, esto no podía estarme pasando.
- ¡Zoe!, te ves increíble, pensé que nunca te vería con un vestido- y esbozó una sonrisa radiante.
Empezamos a caminar hacia la mesa y cuando llegamos saludé a Paris, quien estaba muy feliz, nos sentamos a la mesa y a los minutos llegó un mozo a tomar los pedidos, había mucha comida que jamás había probado, así que le dije a George que pidiera por ambos, a lo que él contestó de forma positiva.
Llegó la comida y hablamos todos muy animadamente, a ratos observaba a Quetzal, me era imposible no hacerlo cuando se ve malditamente bien con traje. Una vez que acabamos, llegó el postre y es ahí cuando sucedió.
- ¡chicos, atención! - habló Quetzal llamando la atención de todos.
- ¿qué pasa? - dije yo curiosa.
-yo quería dar un anuncio hoy y quería que ustedes estén presentes- mencionó feliz. Se volteó hacia Paris y le tomó las manos- Paris, ¿quieres ser oficialmente mi novia? - no podía ser cierto.
- ¡claro que sí! - y después de aquella respuesta se besaron, George comenzó a aplaudir y celebrar, yo estaba estática, pero me armé de valor para aplaudir y esbozar una sonrisa forzosa.
Una vez que ya terminó la velada, salimos todos a la calle y nos despedimos, George me fue a dejar a mi departamento y él se fue enseguida porque ya era bastante tarde y yo le dije que mañana trabajaría todo el día. Apenas se fue, comencé a llorar, no podía ser que me estuviera empezando a gustar Quetzal y él se pusiera de novio con Paris, eso solo significaba una cosa, que él jamás podría estar conmigo, porque ya tenía a su chica.
Una vez que ya no me salían más lágrimas, me dispuse fumar un cigarrillo, fumé y fumé hasta que me acabé toda la cajetilla, pero antes de acabarme el último cigarrillo, quemé la carta que me había escrito Quetzal hace apenas unas horas atrás, no quiero nada que me recuerde a él, aunque la verdad, ahora lo veré mucho más seguido.
Yo sabía que ellos tenían algo, pero Paris es conocida por jugar con los chicos y pensé que Quetzal solo sería un corazón roto más, pero parece que me equivoqué y no sé por qué ahora al parecer yo soy la del corazón roto, porque me estaba "enamorando de él" sin darme cuenta y en tan poco tiempo, eso es un arma mortal para cualquiera, porque la realidad es mucho más cruda y puede llegar a ahogarte.
Aunque a decir verdad, quizás solo me ilusione con un par de palabras bonitas, y una preocupación que hace años no sentía, aquellas palabras que hace años me dijeron y que hace años no escuchaba, me creé una coraza y solo con un par de acciones la supo ablandar, pero ahora siento el corazón hecho piedra, siento que me duele dentro, pero no más, me prometí no volver a creer en un hombre, y me olvidaré de Quetzal cueste lo que cueste.