Comenzamos a caminar, uno al lado del otro, caminamos un par de cuadras, ninguno emitía sonido alguno, hasta que paré frente al supermercado, ya quedaban treinta minutos para que cerraran, debía apurarme.
-disculpa, pero ¿a qué hemos venido al supermercado?, lo que te quiero decir es sumamente importante- pronunció, observándome con obvia duda en su rostro.
-te dije que tenía cosas que hacer- sentencié y entré, tomé una de las canastas e inicié el recorrido por los pasillos, tomé un par de tarros de atún, lechuga, una bolsa de papas congeladas, filetes de pollo congelados, fideos y una que otra friturita. Me dirigí a la caja y pedí una caja de cigarrillos, pagué todo y lo eché en la bolsa que llevaba. En todo ese momento, el chico lo único que hacía era observarme y recorrerme con la mirada. Una vez que salimos de ese lugar, me senté en una banca y encendí uno de los cigarros, me hacían tanta falta.
-está bien, ¿de qué querías que habláramos?, vamos, toma asiento- y le di una calada, me hacía sentir tan bien.
-yo quería hablarte sobre Paris, ¿crees que le guste si la invito a salir? - mencionó expectante.
- ¿y para esa mierda quería hablar conmigo?, mira, tengo cosas más importantes que hacer, eso pregúntaselo a la almohada o a tu mamá, pero a mí no me jodas con esas tonterías- di una fuerte calada y me paré, tomando mis cosas.
- ¡espera!, no te vayas por favor, quería saber tu opinión porque es tu amiga y la conoces más, solo por eso, pero tienes razón, disculpa por hacerte perder el tiempo- dijo de pie a unos metros de mi
Me di media vuelta dispuesta a irme, pero decidí darle lo que quería, para que me deje en paz de una vez
-sí, a ella le gustaría y mucho- dije eso y me marché.
Caminé por las frías calles, hasta que llegué al edificio donde vivo, no es muy lujoso, pero es lo que tengo, hace años, cuando era apenas una adolescente de 16 años, conseguí una beca y me enviaron a una residencia estudiantil, me fui a esa edad y nunca más volví a casa, si mantengo mis calificaciones me dejan quedarme, si las bajo me tengo que devolver, mis padres no me quieren de regreso y yo no quiero volver, así que me mantengo lo "suficientemente bien" para mantenerme yo sola.
Entré y comencé a fumar un poco, para relajarme y poder dormir, puse un poco de música en aleatorio, y comenzó a sonar "siempre es viernes en mi corazón" de Alex Anwandter, y cantaba mientras fumaba, la mejor sensación del mundo. Estaba relajada y en lo mío, cuando siento que mi celular comienza a vibrar en el bolsillo de mi pantalón, lo quito y veo que es Paris, decidí contestar, porque si no ella es capaz de venir hasta acá con tal de hablar conmigo.
-Paris, ¿qué- no alcancé a pronunciar más cuando me interrumpió con un grito.
- ¡sucedió Zoe!, ¡estoy tan emocionadaaa! - gritó a través del celular, hasta acá sentía su emoción.
- ¿pero ¿qué pasa?, cuéntame y cálmate- mencioné riendo.
-espera, deja incluir a Jade en la llamada.
Jade entró en la llamada y Paris dijo que tenía algo muy importante que decirnos.