Ese alguien era Quetzal, se sentó a mi lado y comenzó a hablarme.
-sé lo que hizo Paris, y estuvo muy mal- mencionó de manera tranquila.
- ¿cómo lo sabes?, ¿quién te lo dijo? - pregunté.
-ella misma, llegó llorando hace un rato y dijo todo lo que hizo, se veía realmente mal, culpable- y observó el suelo.
-lo sé, pero... bueno, ya que sabes todo, no tiene sentido no decírtelo, pero ella hizo algo que no es fácil para mi perdonar- dije mirando el suelo.
-tienes razón, pero ella solo lo hizo por celos, no para hacerte daño, la verdad pienso que ella no pensó en las consecuencias que iba a producir esa tontería- y volvió su mirada a mí.
-sea por lo que sea que lo haya hecho, ella sabe de sobra que jamás me metería contigo, porque ella ya te eligió, yo no me metería en medio, así que puede estar tranquila, lo que me duele es que haya usado a Matt para herirme- y comencé a guardar mis cosas en mi mochila y me puse de pie.
-Zoe, por favor, perdónala, y no volverá a pasar algo así, yo no dejaré que vuelva a hacerte daño, nunca más, pero por favor, perdónala, me duele verla en ese estado, parece alma en pena- pronunció en tono de súplica.
-está bien, dile que la perdono y que la espero a las 5 en la cafetería donde trabajo para que conversemos- y me fui de allí.
No sé por qué, pero siento que algo me sucedió en las entrañas cuando Quetzal pronunció aquello "yo no dejaré que vuelva a hacerte daño, nunca más", eso removió algo dentro de mí, pero no quería aceptarlo, prefería pensar que era simplemente hambre, así que fui a comprar algo al casino.
A la hora de comer me senté junto a Jade e Itzan, luego se nos unió Michael y Quincy, unos amigos de Ashton, pero en realidad a todos nos caen bien esos chicos, al rato, vi de lejos como entraba Paris junto a Quetzal de la mano y sacaron su bandeja para elegir su almuerzo, dejé de observar cuando comenzaron a ver dónde se sentarían.
Llegaron a mi lado y Paris preguntó si podía sentarse con nosotros, toda la mesa se quedó en silencio esperando mi respuesta, yo solo me limité a decir, "sí, claro, adelante" y ellos se sentaron, volvimos a conversar todos de manera animada hasta que era la hora de volver a clases.
Una vez que terminó la jornada escolar, fui a la cafetería de inmediato, iba a trabajar y le pediría un momento a la señora Irwin para conversar con Paris algunos minutos, la saludé como de costumbre y le dije que iba a trabajar, ella obviamente aceptó gustosa como siempre, me cambié el uniforme por el otro uniforme de trabajo y manos a la obra.
Cuando ya faltaban 5 minutos para las 5 de la tarde me acerqué a la señora y le dije si podía tomarme unos minutos.
- ¿estás bien Zoe?, ¿te pasó algo? - habló con notoria preocupación.
-nooo, nada de eso señora, es solo que necesito hablar con Paris sobre ese tema- dije mirando el reloj.
- ¡oooh!, está bien querida, puedes tomarte el tiempo que sea necesario, no te preocupes, voy a la barra- y se fue.
Me senté en una mesa cerca de la ventana a esperarla, cuando eran las 4:59, la vi venir, cruzó la puerta de vidrio y se sentó frente a mí.
-Quetzal me dio tu mensaje- tenía la mirada cabizbaja.
-qué bueno, ahí tienes un chocolate caliente, yo invito- mencioné.
-y bueno, hablemos Zoe- levantó la mirada.
- ¿quién primero? - dije observándola.
-tú, por favor- y volvió a bajar la mirada.
-está bien, aquí vamos- y tomé una gran bocanada de aire para luego expulsarla.