Capítulo V

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Termine mi jornada laboral con mariposas en el estómago, ¿a que se refería Emiliano? ¿Cuales serán esas condiciones? Es un hombre misterioso, pero por encima se le ve que es de gustos extraños.

Cuando bajo al estacionamiento hay una capa de hielo en el suelo, mi exhalación genera vaho, froto mis manos que aún con guantes están heladas, nunca llegare a acostumbrarme al frío, luego de crecer en un clima cálido con la playa en mi horizonte, es casi imposible que me adapte a estar a  -0° C.

Camino despacio  para no resbalar,faltan unos pasos para llegar a mi honda negro, canto victoria antes de tiempo y a un paso de mi auto resbaló cayendo sobre mi espalda,  me levanto rápidamente antes que alguien note la bochornosa escena que estoy dando. Miro a los lados, <<nadie me vio>> subo al auto, y siento como arde mi brazo, me saco el guante y el abrigo,  y tengo una corta como de 10 centímetros, <<maldición>> por lo menos no parece ser profunda, debato unos minutos si entro a que me curen o lo hago yo en casa.
Decido irme, siento que me veré como una tonta explicando como me lo hice, me coloco unas toallas húmedas que tengo en la guantera y así detengo el sangrado, no vivo muy lejos así que sobreviviré hasta llegar.

Saludo a Juan que esta en la recepción, me mira extrañado al ver la toalla empapada en sangre sobre mi brazo,  le hago señas para que no se preocupe y voy directo a las escaleras, subo seis pisos, saco del closet mi kit de emergencias, pensar que fue Elenna la que me obligo a tener uno.

***
Hace un año
—¡Claro que te hace falta!—resopla mi hermana menor, es un año menor que yo, pero siempre se ha comportado como la hermana mayor.

—Eres exagerada— le resto importacia y la hago colapsar.

—¿Exagerada? —se cruza de brazos— cuando tenías siete te pusiste a perseguir a un perro callejero y te mordió la pierna, cuatro puntos te agarraron ese dia— pongo cara de que no recuerdo— luego a los diez, escalaste el árbol de mango de la casa del abuelo, pese a que te dije que no lo hicieras y ¿qué pasó? Caíste y mamá tuvo que llevarte a urgencias, a los trece   pensabas que eras una espía secreta, subiste al techo de la casa y quisiste saltar del segundo piso, y te partiste el brazo...

—Ya entendí el punto—pongo los ojos en blanco.

—Puedo seguir toda la tarde, eres la reina de los accidentes, te lo he dicho mil veces debes cambiar esa actitud que tienes, atraes puras malas energías. —Elenna siempre ha creído en el aura, la materia y la energía que tenemos en nuestros cuerpos, aun cuando se graduó de medicina psiquiátrica, es un poco contradictorio—por suerte diste el primer paso alejandote del idiota de Marco, ese tipo te absorbía toda tu esencia.

A mi querida hermana,  al igual que a mis padres nunca les cayó bien mi ex novio. Así que cuando hace unos días les dije que nos separamos casi hacen una fiesta. Por eso Elenna vino a visitarme,  y a ayudarme a organizar mis cosas, mi nuevo comienzo.

***
Elenna es una gruñona, pero la mayoría del tiempo tiene la razón, si me vieira en estos momentos me diría que soy la caja de Pandora, puras desgracias son las que me pasan, me pregunto que pensaría del Dr. Russo. Ese hombre se ve que es fuego puro,  y lo peor es que quiero ir directo a quemarme.

Déjame EnseñarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora