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— ¿Cuántos años tienes Matty? — Preguntó Calum mientras todos caminaban saliendo de su primer día de terapia grupal, Matty ya estaba algo acostumbrado a los psicólogos, siempre lo habían enviado a estos debido a su mal comportamiento. Sus niñeras actuaban como madres frente al psicólogo, eran las encargadas de seguir las instrucciones de los doctores, pero tampoco podían hacer mucho, ya que el psicólogo decía que Matty necesitaba que sus padres estuvieran más presentes, lo cual obviamente no ocurriría ni aunque su hijo se esté por tirar de la ventana de su casa.

— Catorce, cumplo quince la semana que viene. — [A LOS QUINCEE LA VIDA ES UN SUEÑO FUGAZZ]

— Que joven. — Soltó Ashton sorprendido. —Eres el más pequeño de la clase. —

— Tampoco hables como si nosotros tengamos 30. — Soltó Charlie riendo.

— Pues Brett si tiene como 30. — Atacó Tom metiéndose en la conversación, y de paso ganándose un empujón por parte de Brett, quien soltó una carcajada.



— Así que... estuve pensando. — Soltó Katie mientras ambos caminaban de la mano por el centro comercial, Tom ya en su ropa común y corriente y la chica todavía seguía con su uniforme de animadora.

— ¿Piensas? — Atacó el chico burlón ganándose un golpe de la chica.

— Más que tú sí. — Respondió burlona y el chico rodó los ojos. — Como ya sabes falta poco para mi cumpleaños...— Tom soltó una risa, se encargaba de recordárselo todos los días desde hacía un mes.

Katie cumplía 18 años el próximo viernes, el mismo día en que nuestro querido Matty cumplía 15 años.

— Tampoco es como si me dejaras olvidarlo. — La chica sonrió ampliamente, orgullosa de sus recordatorios permanentes.

— Y como ya sabes tengo una lista de regalos...— Tom asintió con la cabeza, había visto una parte y la lista parecía más larga que la biblia. — Y estuve pensando en si ya tienes mi regalo. — Era capciosa, si le decía que todavía no lo tenía significaba que ni siquiera se había preocupado por buscar uno, Tom la conocía bastante bien como para entender el verdadero significado de las palabras de su novia.

— Si... lo tengo. Y no te diré si está en la lista. — Soltó con una sonrisa de suficiencia, esperando que con esta pudiera convencer a la chica.

— Como siempre... un paso adelante. Y por eso eres el mejor novio del mundo. — Dijo sonriendo mientras ambos se detenían fuera de una tienda de ropa. — Voy a elegir un vestido aquí. — El chico asintió con la cabeza, dispuesto a entrar con ella como siempre lo hacían pero esta negó frenéticamente con la cabeza.

— ¿Qué? ¿No estoy bien vestido para entrar en esta tienda?— Era una bastante lujosa tienda de vestidos donde Katie siempre compraba los suyos, Tom siempre se sentaba a esperarla mientras le servían té y galletas.

— No es eso... es que no quiero que lo veas, me darás mala suerte. — Soltó muy segura de sus palabras apoyando las manos sobre el pecho de su novio, tenían unos escasos centímetros de distancia por lo que cada vez que la chica usaba zapatos altos quedaba a la misma altura que él.

— Creí que eso solo era para las bodas...—

— Y para mi cumpleaños también. — Aseguró sonriendo, el chico asintió con la cabeza, sabía que no tendría sentido llevarle la contraria a la chica en una cosa tan tonta.

Good Boys » Matty's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora