09.

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Brett había salido a pasear con Max, dejando a Tom en la habitación solo por unas horas, donde este disfruto un momento de soledad sin que nadie estuviera molestándolo, mirando repeticiones de sus últimos juegos de golf o simplemente escuchando música mientras hacía las tareas o tonteaba.

Soltó un suspiro luego de pensar por un buen rato y buscó el número de teléfono de su padre.

— ¿Está embarazada? — Soltó directamente apenas Federico contestó el teléfono. Tom había tenido ese presentimiento todo el día, y sabía que solo su padre le sería totalmente honesto al respecto, ya que Gracie seguro intentaría suavizar el golpe, pero el necesitaba que fueran directos con él.

— Parece que si... una niña. — Respondió el hombre con una expresión triste. Sin siquiera saberlo ambos estaban en la misma situación, Federico completamente solo en su enorme mansión y su hijo solo en la habitación del internado en la que lo había dejado un par de meses atrás.

Tom sabía que su madre no era del tipo que quería tener hijos, pero por alguna extraña razón si tuvo a Tom, el ser hijo único y tener padres bastante ausentes la mayoría del tiempo hizo que Tom se acostumbrara a estar solo y disfrutara de estarlo la mayor parte del tiempo.

— ¿Necesitas que te envíe algo... ropa, un estéreo? El celular nuevo está en camino. — Wesley soltó una risita amarga, ninguno de los dos sabía cómo lidiar con la situación, ni como animar al otro. Tanto que su padre le ofrecía comprarle lo que sea como para intentar hacerlo sentir mejor.

— Aumenta el monto límite de mi tarjeta... y necesito un televisor más grande. — Soltó entre dientes, recordando que el televisor de la habitación de Lacroix era dos veces más grande que él que él tenía y se veía mil veces mejor que el suyo.

— De acuerdo... ¿A Katie le gustó el regalo? Su madre me llamó muy emocionada. —

— Si, le encantó... pero no crees que haya sido... no lo sé, ¿demasiado? —

— Para las mujeres como ella nada es demasiado. — Tom asintió con la cabeza, pensando en que la chica no le había escrito en todo el día, debía de seguir algo molesta por lo de ayer. — Recuerda que si necesitas hablar... tienes a un montón de gente para escucharte, que quiere ayudarte a estar mejor... espero que la visita de Grace te haya animado. —

— Si... realmente lo hizo. Lo haré. ¿Vendrás al día de la familia? — El día de la familia era una costumbre en Charleston, una vez al año las clases se suspendían y alguna persona del grupo familiar de cada alumno venía a verlo y a acompañarlo, y miraban una película en el patio trasero de la academia, luego de pasar todo un día de juegos y momentos en familia.

— ¿Es en un mes, no? —

— Sí. —

— Si hijo, iré... pero procura mantenerte lejos de mi auto nuevo. — Tom soltó una risa, recordando cuando destruyó la colección de autos de su padre con uno de sus palos de golf. Si su padre quería alejarlo de lo que él amaba, el destruiría lo que su padre más amaba, sus autos.

— No prometo nada. — Respondió riendo.

— Adiós hijo. —

— Adiós. —



Lunes 8:00AM.

Tom entró con sigilo al aula, y se sorprendió al ver a Matt sentado en el banco detrás de él, observándolo con una media sonrisa.

El inglés se adentró en el aula a paso sigiloso, esperando a que el francés le arrojara algo en la cabeza o algo por el estilo.

Llegó hasta junto a la silla y la movió, asegurándose de que no le falte ningún tornillo que hiciera que se caiga al piso.

Good Boys » Matty's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora