Mi Idiota Vecino✔️[COMPLETA] (EN EDICIÓN)

PRÓLOGO

Una nueva mañana.

Me despierto por culpa de los rayos de luz que entra por mi ventana. Maldigo por lo bajo porque quería dormir un poco más pero aún así, me levanto de la cama con rapidez.

Un extraño presentimiento me dice que hoy va a ser un día distinto.

Después de recoger un poco mi habitación, que por fin puedo llamarla así, bajo las escaleras para ir a la cocina a desayunar, cuando llego, me sorprendo al ver a toda la familia junta, ya que mi padre no está muy a menudo en casa porque viaja mucho por trabajo.

Me dan los buenos días y mi padre es el primero en hablar:

—Hija tenemos que hablar...

Mi padre es una persona seria de por sí pero nunca lo había visto tan serio como ahora. Así que supuse que lo que tenía que contarme era algo bastante importante.

—Por favor, siéntate y antes que nada, escúchanos—ordena, le hago caso y no digo nada—Vuestra madre y yo...—mira a mi madre para que ella continue.

—Hemos decidido mudarnos a California.

Me quedo helada. Casi me atraganto con el bocado de la tostada. A mi lado, Dylan me da palmaditas en la espalda.

No consigo pronunciar alguna palabra, soy Incapaz.

Mi hermano y yo nos miramos.
Él está igual de sorprendido que yo. Hasta que mi hermano, con esa vocecita que adoro tanto, dice:

—¿Dónde esta California?—pregunta confuso.

He de decir que mi hermano solo tiene 10 años.

Ruedo los ojos ante su pregunta y miro a mis padres esperando una explicación.

¿Cómo íbamos a dejar nuestra casa, el instituto y mis amigos?

—Cariño, sé que para ti esto va a ser más complicado pero ya no hay vuelta atrás—mi madre extiende su mano hacia la mía entrelazándola.

—¿Cómo se supone que queréis que reaccione?—Elevo la voz—Sabéis lo que me costó conseguir amigos desde que nos mudamos la otra vez.

Ya nos mudamos una vez. Dejamos todo atrás para venir a New York, eso fue hace 6 años y me costó bastante adaptarme al cambio.

—Hija, lo sentimos mucho pero esta vez sí es la definitiva, nos tenemos que ir allí porque me necesitan para la agencia.

Mi padre trabaja en agencias de viajes y por lo visto le han ofrecido un puesto fijo en California. Aunque al principio estará haciendo muchos viajes, luego tendrá más tiempo libre. Según él es una oportunidad increíble que no debemos dejar escapar.

—Vais a estar en contacto con vuestros amigos, no los veréis físicamente pero podéis hablar con ellos—dice mi madre con ternura—Mañana debemos de coger el avión, recoged las cosas que necesitéis y las guardáis en la maleta—Se levanta de la silla y nos da un beso en la mejilla antes de irse con mi padre.

Mi hermano y yo subimos hacia nuestras habitaciones a guardar nuestras cosas. Por una parte, me siento emocionada por conocer California pero por otra parte, me da miedo perder lo que tanto me costó lograr hacer.

(...)

Al día siguiente, después de levantarme de la cama, me preparo y recojo las últimas cosas que me quedaban por guardar.

Al terminar, me tomo un tiempo y hago una llamada grupal a Tina, Crystal y Evan, mi amigos, para ver si nos podemos despedir en condiciones.

Al contarles las noticias se quedaron iguales de impactados que yo. Pero lo entendieron y me prometieron hablar todos los días y si pueden, me harán una visita.

—Vale Alisson, esta es la última caja— Evan deja mi caja de libros en el camión.

Evan es bastante atractivo, su altura impone y sus ojos azules me recuerdan al mar. Hace unos días nos confesó que le atraían los hombres y la verdad que no nos sorprendió su confesión ya que se le notaba bastante en algunas ocasiones, nosotras no le dimos mucha importancia, nos alegramos por él y lo apoyábamos en todo.

—Os echaré mucho de menos—me acerco a ellos con los brazos extendidos y los abrazo.

—Nosotros también, Aly.

—¡Alisson Vamos! ¡ya está todo! ¡Sube al taxi!

—¡Vale, mamá!—Me doy la vuelta y miro a cada uno de ellos para de algún modo, recordar este momento para siempre—Gracias por todo chicos, no me olvidéis por favor y escribirme todos los días, por favor...Os quiero mucho, mucho.—Me alejo de ellos intentando aguantar las lágrimas que luchan por salir.

Subo al coche no sin antes echarles un vistazo a mis amigos quienes está a lo lejos con los brazos hacia arriba moviéndolos de lado a lado a modo de despedida. Sonrío tristemente y les hago un corazón con las manos antes de acomodarme en el asiento.

(...)

Después de un buen rato de viaje llegamos al aeropuerto, le pagamos y le damos las gracias al taxista antes de bajarnos. Nos dirigimos al avión que está apunto de despegar y subimos dejando nuestras pertenencias arriba de nuestros asientos.
Después de sentarnos y ponernos el cinturón, me dedico a observar.

Mi padre mira atentamente las noticias desde el pequeño televisor que hay enfrente nuestra, mi madre lee una revista sobre modelos, pero no creo que vaya a durar mucho porque se le nota que está cansada. Mi hermano juega con sus muñecos sin cabeza, sigo pensando si a eso se le puede llamar muñecos.

Me acomodo en mi asiento y cierro los ojos. ¿Cómo serán las cosas esta vez? No os voy a mentir, tengo un poco de miedo. No. Estoy acojonada.

Al no poder dormir saco un libro de mi mochila y empiezo a leerlo.
Coloco un posit de color verde en la fina hoja para marcar que ese momento ha sido importante para mí.
Mientras leo empiezo a notar mis ojos cansados, cierro el libro y lo dejo entre mis piernas. Finalmente me quedo profundamente dormida volando rumbo a California.

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