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Terminamos de comer y nos quedamos hablando un rato, con Paulo solo cruzamos algunas palabras.

Alicia, Dolores y Lautaro suben a sus habitaciones dejándonos solos, en silencio, Paulo agarra su celular y después de minutos me mira.

–Hermosos los comentarios de tus amigos en tus fotos– lo miro atandome el cabello para estar más cómoda.

–Ya te dije que yo no controlo quienes comentan mis fotos, y tampoco voy a ir a decirle a cada uno "che no me comentes más las fotos"– suspiro–. si tanto te molesta deciselo vos.

–Aparte no podés reclamarme eso cuando yo nunca dije nada sobre los comentarios de Oriana en tus fotos– se queda callado.

–¿Y de las jodas que me vas a decir? supuestamente vos vas a trabajar.

–¿Boludo me estás cargando? Salí una sola vez estando en Francia y fue un evento entre modelos. Si nos vamos a reclamar las cosas, ¿porque haces la vida de soltero si estás conmigo?

–No hago la vida de soltero– responde.

–Los medios y las historias de Instagram no dicen lo mismo. ¿Estuviste con Oriana?– lo miro–. No me mientas más por favor.

–Sí, nos cruzamos, pero había más personas de por medio– no puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas.

–¿Vos crees que yo me voy a creer que solo de cruzaron? Paulo viajó a Italia, se vieron en Buenos Aires también.

–Pero gorda confía en mí– niego con la cabeza.

–¿Cómo querés que confíe en vos si los vieron juntos?, todos los putos días me llegan notificaciones sobre ustedes dos– me seco las lágrimas–. Todo el mundo dice que estás con ella, estoy quedando como una cornuda.

Intenta agarrar mi cara pero lo empujo mareandome un poco.

–No te acerques por favor– me apoyo en la mesa y cierro los ojos.

El mareo se intensifica y corro al baño, cerrando la puerta detrás mío. Devuelvo todo lo que comí.

–¿Agus?– Paulo toca la puerta pero no contesto, me lavo la cara y enjuago mi boca. Cuando terminó salgo del baño–. ¿Estás bien?

Comienzo a subir las escaleras.

–¿Podemos hablar? Contame que te pasa– niego con la cabeza.

–Estoy cansada, ¿Podemos dejarlo para mañana? me siento mal y no tengo ganas de seguir hablando de eso.

–Si, te acompaño– caminamos hasta la habitación–. ¿Querés que me quede con vos?

–No, quiero estar sola por favor– me mira.

–Si te seguís sintiendo mal, hablame ¿sí? o a alguno de los chicos– asiento, me da un beso en la frente y se va. Cierro la puerta, y me largo a llorar, estoy cansada de todo.

Se vio con Oriana y es imposible que no haya pasado nada, si no nadie estaría hablando de que estuvieron juntos. Cansada, me cambio y acuesto en la cama.







Together | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora