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Estaciono a un lado de la calle el jeep porque mi celular no deja de sonar, atiendo y pongo en alta voz.

–Hola Agus, ¿podemos hablar?– suspiro cansada.

–Ahora no tengo tiempo– se escucha silencio del otro lado.

–Por favor déjame explicarte lo que pasó, estoy en España.

–Tengo que hacer unas cosas, en una hora llego a mi apartamento, te espero.

Tomo agua porque mi cabeza no deja de doler.

–En una hora estoy ahí– corto, tiro el celular al asiento del copiloto y arranco de nuevo.

(...)

El portero del edificio marca y le digo que deje pasar a Paulo, cuando el timbre suena le abro la puerta, intenta darme un beso pero le corro la cara.

El silencio que se forma después es incómodo, nos sentamos en el sillón, el de un lado y yo al frente, por el ventanal puedo ver cómo comienza a oscurecer.

–Primero te quiero pedir perdón, fui un boludo, pero con Oriana nos cruzamos un par de veces y no pasó de un chape estando ambos en pedo.

–Estar en pedo no es justificación Paulo, ¿vos crees que yo voy a creer que solo chaparon?– tiro mi cabeza hacia atrás tomando un poco de aire.

–Te juro que no pasó de eso gorda–niego.

–¿Y por qué me lo decís ahora cuando ya todo el puto mundo sabe lo de ustedes dos, cuando hay una foto de mierda circulando por todos lados?– lo miro fijamente.

–Porque soy un pelotudo, que no se banca las cosas de frente, y perdón.

–Me mentiste Paulo, me dijiste que no pasaba nada entre ustedes, cuando se vieron en Argentina y en Italia dios– tomo aire y me limpio las lágrimas.

–Fue un error y lo admito porque no te quiero perder– se sienta al lado mío.

–Vos me perdiste en el momento en el que pasó lo que pasó con Oriana, haya sido en pedo o no. Lo que hiciste está mal se supone que vos estabas en una relación conmigo.

–Vos sabes que yo te amo– lo interrumpo.

–¿Me amas? entonces ya está, terminemos con todo esto acá, déjame que me concentre en mi carrera y sea feliz sola o con otra persona.

–¿Te vas a ir con otra persona? ¿Es joda Agustina?– me paro porque no lo quiero tener cerca.

–¿Cual hay que me vaya con otra persona? ¿vos no hiciste lo mismo? déjame ser feliz, en serio me estás haciendo mal, pasé momentos hermosos con vos y no quiero volver esta relación en algo toxico.

–¿Entonces ya está? ¿Terminamos?– asiento apenas respirando por el nudo en mi garganta.

–Es lo mejor para los dos, te amo pero primero estoy yo y quiero estar tranquila y con vos solo salgo lastimada.

–Está bien– nos quedamos en silencio–. Perdón.

–Cuando termine con el desfile y todo lo que tengo que hacer, voy a buscar todo lo que deje en tu casa– caminamos hacia la entrada y no puedo evitar llorar, abro la puerta y el sale.

–¿Puedo?– me abraza y nos quedamos así unos segundos y después se separa–. Prométeme que vas a estar bien– solo asiento y cuando se va, cierro la puerta.





Together | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora