Together | Paulo Dybala

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Ayer la selección jugó su último partido de la Copa América con Chile, a quien le ganó 2 a 1, los chicos quedaron en tercer lugar.

Cuando estoy haciendo la maleta tocan la puerta, voy a abrir y Leo entra a la habitación.

-¿Qué estás haciendo fea?- me pregunta.

-Guardando todo, ¿mis sobrinos?

-Con Anto, también estaban haciendo lo mismo, ¿Vos te vas con nosotros a Barcelona?- niego con la cabeza-. ¿Por qué?

-Paulo me pidió que lo acompañe a Italia y después nos vamos de viaje- me mira.

-¿En serio tenes algo con Dybala?- no respondo-. Agustina te dije que no te quería con nadie de la Selección- me dice serio.

-Pero boludo...- antes de que pueda hablar sigue hablando él.

-Pero boludo nada, esa relación te va a hacer mal, y no quiero verte llorar de nuevo por un pibe.

-Vos sabes que Paulo no es como Marc, él no es tan hijo de puta- le digo un toque enojada, una palabra más y lo mando a la mierda.

-Es mentira Agus, vos sabes que podes hacer lo que quieras, es tu vida, pero como mi hermana menor te pido que te cuides, porque posta no quiero verte llorar de nuevo por un pibe- me abraza-. Y tampoco quiero ser tío, todavía.

-Boludo me decías algo más y te mandaba a la mierda- se rie-. No me va a pasar nada, créeme cuando te digo que Paulo es un buen pibe.

-Te creo, pero cuídate igual- se separa-. ¿A donde se van de viaje?

-Islas Turcas y Caicos- le digo-. También van Paredes y su esposa, Cami y Rodri.

-Y no me invitas.

-Me dijiste que te ibas de viaje con Luis y no sé quién más.

-Verdad, verdad, no te dije nada. Bueno, me voy, tengo que guardar las cosas- me da un beso en la frente y se va.

(...)

-¿Tenes todo listo?- le pregunto. Paulo revisa sus cosas y frunce el seño.

-No, banca. Deje el pasaporte en la habitación.

-Sos un boludo nene, anda antes de que llegue el colectivo.

Espero en recepción y llegan los demás.

-La nena se me va con Paulo de viaje- dice el Kun pasando un brazo por mi hombro y despeinandome, lo corro.

-Me despeinas negro- le digo.

-Me despeinas negro- imita mi voz.

-Salí de acá cornudo- lo empujo.

-Vos sos la cornuda nena- lo miro mal-. Mentira, te amo.

-Los que ya están listos vayan subiendo al colectivo- los chicos salen del hotel, firman un par de camisetas y van subiendo.

Paulo llega corriendo y agarra sus cosas.

-¿Listo? ¿Ya está todo?- asiente-. Vamos entonces.

Subimos al colectivo y nos sentamos juntos, cuando ya se acomodaron todos empieza el desmadre. Los chicos ponen música y empiezan a boludear como siempre.

-Bueno, no se nos dió, pero vamos a volver y más fuentes que nunca, ¡Vamos Selección!- grita el Kun y todos aplauden.

-¿Alguien vio mi mate?- pregunta Foyth-. Mierda, creo que lo deje en la habitación.

-Otro boludo más, parecen que les falla a veces- digo y Paulo se ríe.

Mientras vamos al aeropuerto, vamos tomando mates los dos.

-Es un asco el mate amargo- digo-. Échale más azúcar.

-Le eché medio kilo de azúcar gorda- se ríe.

-Y sigue estando amargo, boe los primeros siempre son amargos, seguro después va a estar re dulce.

Cuando llegamos al aeropuerto cada uno se va por su lado, me despido de la mayoría y busco a mi hermano.

-Nos vemos dentro de poco- nos saludamos y abrazo a Mateo y Thiago-. Después los voy a ir a visitar- les digo cuando no me quieren soltar.

-No te vayas tía- Mateo me hace pucherito.

-Les prometo que les voy a comprar muchos regalos y cuando los vea, vamos a jugar juntos. Ahora vayan, que se les va el vuelo.

-Cuidense, y cuidala por que te mato pendejo- le dice mi hermano a Paulo, se abrazan, me da un beso en la coronilla y se va con su familia.