Together | Paulo Dybala

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Paulo Dybala

Entro en desesperación cuando veo que Agustina deja de responder, aumento la velocidad, por suerte las calles están vacías porque ya es tarde, me paso algunos semáforos en rojo y evito las calles en dónde sé que hay bares y boliches.

En menos de cinco minutos llegamos a la clínica más cercana y que sé que la van a atender rápido porque es en donde los jugadores del club vienen a hacerse estudios y esas cosas.

Le saco el cinturón de seguridad y justo salen enfermeros, los llamo y ellos se acercan con una camilla cuando ven que Agustina está inconsciente.

Mientras entramos rápido le explico que está embarazada y lo que pasó, ellos entran a una sala pero no me dejan pasar, me piden que espere y me explican que por ser mi hijo tengo derecho a saber lo que está pasando.

Mientras espero impaciente llamo a Lionel, por suerte no hay diferencia de horario así que sé que probablemente estén despiertos. Al tercer tono contesta.

–¿Paulo? ¿pasó algo?– pregunta cuando atiende.

–Estamos en el hospital, Agustina comenzó a sentirse mal– explico tratando de parecer tranquilo, ni siquiera sé si sabe sobre el embarazo.

–¿Qué? ¿pero qué pasó?– noto la preocupación en su voz.

–Agus está embarazada Leo, me llamó porque estaba mal y sentía mucho dolor en el abdomen, la traje de urgencias a la clínica– solo escucho silencio del otro lado, debe estar asimilando la notícia.

–¿Ella está bien? ¿Te dijeron algo los médicos?

–Todavía no sé nada, llegamos hace quince minutos, no sé que hacer.

–Nosotros salimos ya mismo, en unas horas estamos ahí, seguramente nos demoremos por todos los trámites que hay que hacer para que el avión pueda salir, si sabes algo avísanos– hablamos unos minutos más y me corta para avisarle a su familia.

Mando un mensaje a Lautaro que vive un poco más cerca avisándole y me responde que viene en camino.

Una enfermera me llama y caminamos por un pasillo hasta llegar a un mostrador en donde me hacen llenar papeles con los datos de Agus y míos. Explico todo lo que sé del embarazo y que está de 5 a 6 semanas. Me dicen que espere en recepción.

Cuando ya pasó más de una hora y no me dicen nada, empiezo a preocuparme, lo único que importa es su bienestar, y si tengo que anteponer su vida antes que la del bebé, lo haría sin dudar.

Me levanto cuando veo que Lautaro y Agustina caminan hacia mí preocupados.

–¿Que pasó?– me abraza cuando nota lo mal que estoy.

–Comenzaron a darle puntadas y cuando llegué al hotel estaba muy alterada, cuando veníamos en camino se desmayó– le digo todo lo que me dijeron los enfermeros y no nos queda más que esperar.