Abro los ojos muy pesadamente. Miro a mi lado y ahí estaba mi celular. ¿Zack me habrá traído aquí? Verifico en el celular que hora es. Son las doce de la noche. Tengo mucha hambre, odio tener hambre a estas horas. Me levanto y me hago un emparedado con un vaso de leche con chocolate.
Voy a la sala y la luz está prendida. Veo a Zack sentado pintando.
−¿Todavía sigues despierto?−pregunté.
−Tengo que terminar los trabajos, este es el último cuadro que me queda. Hice cuatro pinturas. Y tú despierta, que raro.
−Tengo hambre. ¿Quieres algo? −conteste. Mordiendo mi emparedado.
−No.
Al lado de él estaban los cuadros ya pintados, esperando a secarse. Los miré, el primero era un paisaje, era el bosque al que fuimos, que hermoso. Tiene muchísima arte, me encantan, el otro era una bailarina de ballet. Me daba un sentimiento por dentro que no podía entender. Paso a mirar el otro, era una pintura de esas que dicen que son un disparate, pero lo que no entienden es que expresan sentimientos. A mí me encantan.
−Duerme, que tienes que estar muy cansada.
Asentí y fui a mí y me acosté.
(…)
−Levántate, que tenemos que irnos.− Escuche que me dijeron. Abrí los ojos y me encontré con los grandes ojos de Zack. Estaba sonriendo y ya preparado. Tenía una camisa de botones de manga larga y sus jeans rotos. El cabello revuelto que lo hacía ver mucho mejor. Como me encanta verlo así, con esa alegría que hasta a mí me hacía sentir alegre.
Me levante con mi pelo revuelto, pero a pesar de la noche que tuve, no me levante tan mal como pensé que estaría. ¿Raro no? Me vestí lo más rápido que pude. No quería que Zack tuviera mala impresión en su primer día.
—El desayuno está listo –escuche que Zack dijo. ¿Desayuno y todo? MMmmmm….creo que debería dejarlo quedarse más días aquí. Me senté en el comedor y me sirvió tostadas con huevo revuelto y tocino. ¿De lujo no?
Después del buen banquete que me di bajamos con los dibujos de Zack y los metimos al auto.
—Te voy a llevar hoy por la tarde a que practiques tu deporte —dije. Ahora parecía la mama de él, ¿Enserio?
—No tengo la bicicleta —dijo.
—Eso no importa —él se quedó callado. Le comprare una nueva. Le va a encantar.
Llegamos al lugar y me baje con Zack, sacamos los dibujos del auto y entramos a la gran galería de arte. Mi nariz inhalo el hermoso olor a pintura, se sentía fresca. De momento aparece el señor con el que yo había hablado.
−Pensé que no llegarían –dijo para mi sorpresa.
−Se nos hizo un poco tarde –conteste.
−Quiero ver las pinturas –le brindamos las pinturas. Las hermosas pinturas que ya no van a estar en mis manos. El señor se las llevo y nos dejó esperando, lo que nos hacía aún más nerviosos. Miraba a Zack de reojo y no paraba de juguetear con sus dedos. Joder, eso me pone nerviosa a mí.
Después de unos largos y eternos minutos llego el señor.
−Quiero hablar a solas con Zack –dijo el señor. Rápidamente me pare del lugar.
Salí afuera para recibir brisa en mi cara. El día estaba bueno para ir a la playa, me acuerda a cuando salía con mi hermana y mi prima a la playa a surfear y a irnos a dar paseos. Como extraños esos momentos.
Escucho un ruido que interrumpe mis pensamientos. Zack venia corriendo y me coge por la cintura y me sube y me comienza a dar vueltas.
−¡Me aceptaron! –grita Zack.
Estaba un poco mareada por las vueltas que mes estaba dando, pero esa sensación me encantaba, me hacía sentir feliz. Es decir si él es feliz realmente yo lo soy. Okay eso sonó cliché.
Se dio de cuenta que estaba mareada y me bajo, al bajarme nuestros labios quedaron muy cerca, mi estómago quería explotar, mis manos comenzaron a temblar. Me sonreí y me aleje, se que no quería alejarme, pero no se me ocurrió otra cosa. Jaja, que bruta soy.
−¿Qué te dijo? –pregunte.
−Le encantaron todos, quedo impresionado –dijo y se comenzó a limpiar los hombros como dándose el lujo. Que ridículo.
−No seas tan ridículo –dije riéndome.
−En verdad que gracias, si no fuera por ti nada hubiera pasado, es que te amo –dijo. Ese “te amo” me encanto aunque no lo dijo porque me amaba de esa forma, era como un decir. Yo no estoy enamorada de él, es que estoy empezando a sentir cosas que no é sentido nunca con nadie. Casi todos mis novios nunca me los cogí para algo serio y no es que fuera puta, pero no me enamoraba como dicen las personas que uno se debe enamorar. El mundo es tan loco.
−El mundo está loco –me dio con decir.
−¿Tú estas bien? ¿De dónde sacas que el mundo está loco? –pregunta. Que bien, ahora parezco loca, pero que se joda.
−Soy un zombie –dije y comencé a hacer como un zombie. ¿Qué me está pasando? No me é metido ningún tipo de droga solo me dio con decir eso.
−Sammy, me estas asustando –dijo.
−No te preocupes, no tengas miedo. Los zombies comen celebros, tú estás a salvo –dije para bromear. Él entendió.
−Ridícula, si tú eres un zombie yo soy un alien –dijo.
−Trato hecho, yo zombie y tu alien –dije y nos sonreímos. Esa sonrisa de él que me encantaba, y sus ojos que brillaban como estrellas, que hermoso. Por lo menos ahora estamos cogiendo más confianza, estamos progresando.
Holaaaaaa!!!! Jejeej perdonen por no haber escrito hace tiempo, pero mi celu se rompió y no me gusta escribir en la compu, es incómodo, pero lo tuve que terminar haciendo
Espero que les guste, sé que fue corto, pero ahora voy a pasar más a menudo! Wujuuuuuuu
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Alone.
RomanceLa vida no es lo que parece, de un momento a otro puede cambiar. Samantha es una gran persona que de casualidad encuentra a un chico que no se ve tan bien físicamente y tiene mucha triztesa en su corazón. Sammy da lo mejor de ella para ayudarlo. ¿...