"Por lo menos no estoy solo"

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-Bueno yo quiero juna taza de café-dije. Tenía frío y la había pasado bastante bien hoy. Mañana podía seguir disfrutando en la nieve. Bueno lo digo como si fuera una niña pequeña, pero es que me encanta.

-Vamos a comprar donas y vamos a casa y te hago un rico café acompañado de donas-dijo Zack echándome la mano.

-Que rico-dije con voz de niña.

Nos metimos a mi auto y fuimos a comprar donas.

-Vamos por servi-carro no me quiero bajar-dijo Zack.

-Que vago eres-dije.

Fuimos por servi-carro y nos atendieron.

-Su orden por favor.

-Una docena de donas. Cinco de chocolate, dos glaceadas y tres de coco.

-Y una de tomate-dije en voz alta para que la que nos atendía nos escuchara.

-¿Perdón?-dijo la grabadora.

-Uhm, perdón es que ando con una loca-dijo Zack riéndose.

-Tú eres el loco. ¡Looocccooooo! ¡Loooocooo!-grité para molestar a Zack.

-Ya para-dijo Zack tapándome la boca.

Nos dieron la caja de donas y la mujer se quedaba mirando a ver si era verdad que había una mujer loca.  Le saqué la lengua, ella abrió los ojos como plato.

Eso es para que aprenda a no quedarse mirando.

-Sammy estas loquita mi amor-dijo Zack.

-Ya quiero llegar-dije emocionada. Zack acelero el auto.

Comencé a bailar a lo loco. Estaba intranquila no sé ni porqué.

Llegamos y nos bajamos. Entré corriendo junto a Zack.

-Avanza, haz café-dije.

-Estas muy apresurada-dijo Zack encendiéndo la cafetera.

-Zack dejame montarte como caballo-dije.

-Ay Sammy. No.

-Porfa, porfa.

-Está bien.

Me monté y Zack comenzó a correr por todo el apartamento.

-Yupi-gritaba.

Zack me bajó en el sillón y comenzó a hacerme cosquillas. Oh no, no de nuevo.

-Para Zack. Me voy a mear.

Zack abrió los ojos y paró de hacerme cosquillas. No me estaba meando era para que parara.

Me levanté disimulando que iba al baño.

-Eres un idiota no tenia no ganas-dije sacándole la lengua.

-Oh ¿si?

Zack se levantó corriendo y yo corría esconderme. Corrí al pasillo miré a todos lados, mierda ahora no sé donde me voy a esconder. Decido por esconderme dentro de la bañera. No me va a encontrar.

Entro y me quedo callada. Dios, que no me encuentre.

-¿Donde estará el extraterrestre?-escuché a Zack decir.

Me tapé la boca para no reír. No volví a escuchar mas ruido. ¿Donde estará el loco este?

-¡Ahhhhhh!-grito Zack abriendo la cortina de baño.

Grito junto a él. Mierda me asustó.

-Zack te voy a matar.

-Y yo a ti, pero a besos-dijo Zack y comenzó a darme besos. Esto si se siente bien. Le respondí el beso, íbamos besándonos suave y lento. Me dio un olor a café, que no se valla a quemar.

Me aleje de sus labios. -Zack el café-dije.

-Oh, verdad-diji rascándose la nuca.

Aproveche y me di un baño rápido. Salí y me puso una camisa grande de Zack y la ropa interior que e dejado aquí, que vergüenza. Me recogí el cabello y me pyse unas medias de Zack. Ahora si estoy caliente.

Fui a la cocina y ahí estaba Zack sin camisa. Mierda, que sexy.

-Te vas a enfermar con este frío-dije.

-No creo, me doy terapia todo los días.

-Como quiera te tienes que cuidar.

Zack sonrío.

-Me vas a seguir robando camisas-dijo.

-No me importa. Y avanza y dame mi café.

-Voy mi reyna hermosa, preciosa, encantadora-dijo en tono de burla.

-Ridículo.

-Eres mala conmigo-dijo con cara de tristeza.

-Perdoname mi rey precioso, encantador, hermoso. ¿Mejor?-dije.

-Mejor, pero no era en ese orden-dijo riéndose.

Me dio mi café.

-Vamos a la escalera.

Fuimos a la escalera que ahy para subir a la habitación y nos sentamos. Se sentía tan bien el ambiente, nevando, en las escaleras de caoba y con compañía tomando café y donas.

-Están buenas las donas-dijo Zack.

-Dame una.

Agarré la mía de chocolate. Espero que esto no me dé con ir al baño.

-Que bueno que estés aquí conmigo-dijo Zack.

-Me gusta estar contigo-dije.

-Te voy a contar un cuento de misterio-dijo Zack.

-Adelante.

-Cuando era pequeño tenía que ir a dormir con Mamá. Porque siempre veía cosas en mi habitación. Era horrible. A lo mejor por eso no me gusta estar solo.

-A mi tampoco me gusta estar sola y no es por eso bobo. La soledad es la pero enemiga que pueda existir.

-Por lo menos no estoy solo. Tu haz estado aquí a mi lado desde el día que me conocistes. Gracias por eso Sammy.

Le agarré la mano y me sonreí.

-Bueno, ¿estás preparado? Faltan dos días para la última competencia de BMX-dije para animar el ambiente.

-Sí, pero me da algo de miedo-dijo Zack.

-Pero no tienes que tener miedo. Eres perfecto corriendo eso.

-Está nevando y es un poco peligroso.

-Zack, si no te sientes seguro no lo tienes que hacer-dije.

-Lo quiero hacer, Sammy. Es mi sueño.

Le di un abrazo y ahí nos quedamos un rato. Yo en sus brazos.














Alone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora