Alone.

¿Zack?

Se me hace difícil abrir los ojos. No sé ni como estoy en mi cama, pero aquí estoy. Siento mi cuerpo débil como si necesitara mas de eso. Me siento triste, no quiero seguir con esto. Me miro la mano y estallo en lágrimas al verla con las venas levantadas.

-Pero yo me prometí que nunca haría esto-grité.

Me levanto y me pongo algo de ropa. Es hora de afrontar la realidad y buscar lo que mi cuerpo necesita.

Salgo a las calles llenas de personas. El sol está débil como yo ahora.

Comienzo a hablar con el hombre que me busca eso y me da lo que necesito. No puedo esperar a llegar a casa, la necesito ahora. Mi cuerpo me lo pide.

Abro la bolsa de papel y sin perder el tiempo me introduzco el liquido.

(...)

El frío no me deja pensar y no sé que hago sentada en un callejón. Solo veo a las personas pasar y mi cabeza me da vueltas y vueltas. Me siento fuera de este mundo. ¿Esto es lo que produce eso? No me gusta para nada, pero aunque no quiera mi cuerpo dice lo contrario. Un hombre alto se para en frente de mí, trato de ver quién es, pero no puedo descifrar quién es.  Me levanto para ver al hombre de cerca y poder saber que hace mirándome. Me tambaleo, apenas puedo quedarme parada, pero el hombre me aguanta.

-Sammy, ¿que te ha sucedido?-escuché su voz familiar.

-¿Quien eres?-pregunté.

-Soy yo, Zack.

No puedo descifrar si estoy alucinando o es real. Comienzo a llorar y él me abraza. Su abrazo lo siento familiar. Creo que no estoy alucinando, es él, es Zack.

-Zack, mi Zack-dije llorando en su hombro.

Sentí un beso en mi mejilla. Solo espero que esto sea real. Lo que siento dentro es tan raro.

-Vamos, te voy a llevar a tu casa.

Me metieron en un auto. Cierro los ojos y me quedo dormida.

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