Alone.

Nuevo apartamento

─Uhmm, Zack él es Matt.  Un amigo ─dije. En verdad no tenía palabras para decir.  Estaba en blanco y muy avergonzada.

─No te preocupes, él me conoce muy bien ─dijo Zack.  ¿Acaso también se conocían? Estoy jodida.

─Si tú eres el que se pasa pidiendo en la luz ─ese comentario estaba fuera de lugar. 

Zack lo miraba furioso y con ganas de asesinarlo. 

─Uhm, creo que ya es tarde.  Te veo otro día Matt ─dije para que por fin se fuera.  Matt me dio un beso lento en el cachete.  Mire a Zack y estaba tenso y su cara estaba roja.  ¿Está celoso? ¿Es en serio? 

Matt se fue y yo me quede callada. En realidad no sabía que decir.

─¿Cómo lo conoces? ─pregunte.

─Una larga historia ─contesto.

─Tengo toda la noche.

─Él era del orfanato, siempre me metía en problemas.  No sé ni porqué.  Luego de un tiempo cuando estaba en la calle viviendo me vio y me humillo delante de muchas personas, lo que hice fue darle una paliza.  Él me dejó un ojo morado y yo le rompí la nariz.  Nunca nos hemos llevado bien.

─Tienes muchas historias que no me has contado ─dije preparando una batida para Zack.

─Te tengo una buena noticia.  Hoy me dieron mi primera paga.

─¿Es enserio? Eso está genial.

─No tan solo eso, tengo un apartamento. Bueno no es tan grande como este, pero es cómodo.

No pude contener la emoción, corrí a donde él y lo abrace, todavía tenía ese perfume que me encantaba, yo se lo compre, pero en él queda tan bien.

─Y hoy te vas a quedar a dormir conmigo, no quiero estar solo.

─Uhm, creo que no es muy buena idea.

─Claro que sí, además mañana es mi primera competencia de BMX y tienes que ir conmigo.

─¿Y el trabajo?

─Hable con el jefe y me lo va a dar libre.

No conteste y le serví la batida y me fui a preparar mi ropa.

(...)

Entre a su apartamento, no era tan grande como el había dicho, pero me encantaba.  ¿Dónde se supone que durmiéramos? Que yo me acuerde el no tiene cama.

─¿Te gusta? ─pregunto. En realidad me encantaba, tenía una chimenea y el decoro con sus cuadros la sala y tenía su televisión.

─Me encanta, pero ¿de dónde sacaste tanto dinero para pagar todo esto?

─Me pagaron muy bien en el trabajo.  Compraron muchos de mis cuadros y a precios muy altos.

Deje la maleta de mi ropa en la sala y me senté en el pequeño sofá que estaba frente a la televisión.

─¿Tienes hambre? Podemos ordenar pizza ─dijo Zack, de hecho si tenía muchísima hambre.

─Ordena porque me muero.

La pizza llegó en veinte minutos y nos sentamos a ver una película comiendo pizza.  El hambre no se me quitaba, ya iba por la quinta y no me llenaba.  Me sentía tan glotona.

Zack se comió una caja completa, eso sí es tener estómago.

Zack puso una película de Zombies, me encantan los Zombies.  La película tan solo estaba empezando y ya mis ojos se estaban cerrando. Sentí a Zack cargándome, pero me no me quise despertar, estaba muy cansada.