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· ─𖥸─ ·
ㅡ Yo, Min Yoongi, le concedo mi alma al Dios del infierno, Lucifer, entregándole mi alma y todo mi ser, para ser su fiel servidor.
El pelinegro dobló el papel entre sus manos y jugueteó con el piercing de su labio, lo escondió debajo de su almohada y cerró su amado Grimorio, colocó un algodón en la yema herida de su dedo, para parar la sangre y escondió la pluma con la que había escrito en su mueble de al lado de su cama.
Ahora se disponía a dormir, si había hecho todo bien, no deberían pasar más de dos horas de sueño para comenzar con las primeras manifestaciones de Lucifer.
Esa noche posiblemente serían respondidas todas sus dudas. Y la mayor de ellas era descubrir si, ese tal Namjoon que está viviendo bajo el mismo techo que su amigo, es en verdad Satán.
Pero en realidad, no necesitaba hacer nada en especial para que Lucifer apareciera, él ya se encontraba en la habitación, en un rincón oscuro y sus amplias alas abiertas mostrando lo majestuosas que son. Se permitió ver entre la oscuridad, su rostro sin expresión o emoción, viendo al joven de dieciocho años recostado en la cama.
Se acercó lentamente, como si aquel pálido chico fuera su presa y él, un cazador.
Su piel morena fue iluminada por la luz de los faroles que se colaba por la ventana y la respiración lenta de Yoongi siendo su única compañía.
ㅡ Despierta ㅡ chasqueó sus dedos frente a la cara del menor, quien rápidamente se incorporó pegando su espalda a la pared, mientras su vista se adaptaba a la oscuridad.
ㅡ Entonces sí eras tú ㅡ sonrió ladino.
ㅡ ¿Si ya lo sabias por qué me llamaste? ㅡ levantó una ceja.
ㅡ Necesitaba comprobarlo, de todas formas, eres Lucifer y por sobre todo, no eres imbécil, así que debo suponer que hay algo en lo que te puedo ayudar ㅡ se levantó de la cama sin perder el contacto visual.
La mirada del demonio era muy pesada y difícil de sostener, pero Yoongi no iba a perder su gran oportunidad. Tal vez la única porque seguramente no volvería a manifestarse con él.
ㅡ ¿Ah sí? ¿Y qué tipo de ayuda puede brindar un simple humano a un ser espiritual como yo? Abre los ojos y pon los pies sobre la jodida tierra.
ㅡ Oh, vamos, no creo que estés paseando y viviendo con mi amigo por puro gusto. Sé que debe haber un motivo de peso, el cuál necesito saber. ¿Por qué Jungkook? ¿Qué es lo que quieres de él?
Se acercó más de lo debido, invadiendo el espacio personal del demonio y se atrevió a tocarlo. Era mucho mejor que en sus tantos sueños, finalmente sabía lo fuerte y cuán duros son sus músculos.
